A VUELTAS CON LA E. PARA LA C.
La entrada de hoy, una de las últimas, la quiero dedicar a un blog que tengo enlazado y del que nunca os he hablado. Su autor es un profesor de filosofía de secundaria y está dedicado a cuestiones filosóficas. En realidad es una página entera dedicada a la filosofía, con foros y otras historias.
Miguel Santa Olalla es el rey de la regularidad y la homogeneidad. Siempre el mismo espacio para cada entrada, siempre reflexivo, siempre ecuánime. Nunca una palabra más alta que otra...
Quería hablaros de una entrada, la última que dedicó a Educación para la Ciudadanía, que me pareció muy acertada.
También le dediqué yo otra: más apasionada, menos templada. Esta que quizá recordaréis.
En la de Miguel Santa Olalla se explica que hay tantas “educaciones” como comunidades autónomas porque cada “poder” modela a su gusto la asignatura, (dejándola en un mínimo de horas, por ejemplo) y potencia o rebaja determinados aspectos.
Este asunto me lleva a descubrir que aunque yo doy una tremenda importancia al Gobierno de la Nación, (soy un antiguo con categorías antiguas) la realidad es que el poder en España está distribuido tremendamente y el Gobierno de la Nación ya no manda tanto como seguimos creyendo los esclavos de los antiguos mapas.
Rosa Diez pedía, en el debate de investidura, que el poder central tenga más peso en la Educación del que tiene actualmente, pero creo que nadie le va a hacer caso y además es demasiado tarde.
Volviendo a la dichosa asignatura, desde mi punto de vista la culpa la tuvo el Gobierno cuando inventó una asignatura para educar a la España que no era decente. (“España ya es decente” nos explicó Zapatero al aprobar el matrimonio homosexual). Luego la cosa se fue descafeinando y al final cada profesor hará lo que le dé la gana. Que exactamente es lo que suelen hacer los profesores.
Pero si quieren unas conclusiones sensatas en relación con este tema, lean las de esta entrada del blog BOULESIS.
Miguel Santa Olalla es el rey de la regularidad y la homogeneidad. Siempre el mismo espacio para cada entrada, siempre reflexivo, siempre ecuánime. Nunca una palabra más alta que otra...
Quería hablaros de una entrada, la última que dedicó a Educación para la Ciudadanía, que me pareció muy acertada.
También le dediqué yo otra: más apasionada, menos templada. Esta que quizá recordaréis.
En la de Miguel Santa Olalla se explica que hay tantas “educaciones” como comunidades autónomas porque cada “poder” modela a su gusto la asignatura, (dejándola en un mínimo de horas, por ejemplo) y potencia o rebaja determinados aspectos.
Este asunto me lleva a descubrir que aunque yo doy una tremenda importancia al Gobierno de la Nación, (soy un antiguo con categorías antiguas) la realidad es que el poder en España está distribuido tremendamente y el Gobierno de la Nación ya no manda tanto como seguimos creyendo los esclavos de los antiguos mapas.
Rosa Diez pedía, en el debate de investidura, que el poder central tenga más peso en la Educación del que tiene actualmente, pero creo que nadie le va a hacer caso y además es demasiado tarde.
Volviendo a la dichosa asignatura, desde mi punto de vista la culpa la tuvo el Gobierno cuando inventó una asignatura para educar a la España que no era decente. (“España ya es decente” nos explicó Zapatero al aprobar el matrimonio homosexual). Luego la cosa se fue descafeinando y al final cada profesor hará lo que le dé la gana. Que exactamente es lo que suelen hacer los profesores.
Pero si quieren unas conclusiones sensatas en relación con este tema, lean las de esta entrada del blog BOULESIS.
¿Cómo que una de las últimas? ¿Nos piensa dejar usted?
ResponderEliminarEso digo yo. ¿Qué es eso de que una de las últimas?
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