05 junio, 2012

GRADUARSE SIN GRADUARSE


Supongo que todos habéis visto alguna vez esas ceremonias americanas en las que los universitarios se gradúan. Creo que los americanos lo hacen como Dios manda, es decir, solo salen a recibir la beca, o el diploma, (o lo que sea) los que de verdad se han graduado.
En España también existen estas fiestas de graduación en la Universidad. Pero para mí son algo absurdo. Mi hijo por ejemplo la celebró en abril o mayo del curso pasado, el año en el que en teoría tenía que haber terminado pero durante este curso aún ha estado cursando muchas asignaturas y este año sí, supongo y espero que termine realmente. ¿No es un absurdo recibir un homenaje de fin de carrera sin haber terminado la carrera? Se ponen traje, recogen la beca de manos del Decano, hacen una gran cena… Todo eso sin haber terminado aún.
En los bachilleratos ha cundido el ejemplo y puesto que cualquier escusa es buena para una fiesta, en los institutos cuando terminan el segundo año de bachillerato y justo antes de examinarse de selectividad se hace un acto oficial, muchas veces con una clase magistral de alguien venido de fuera, y a todos los alumnos, A TODOS, vestidos con traje de gala, se les entrega una orla, un obsequio o algo así. En algunos institutos, los más pudientes, si el grupo decide comprarse unas becas hasta una beca pueden colocarte en ese acto.
¿Es relevante si el alumno ha suspendido 6 asignaturas y no acabará tampoco el bachillerato en septiembre?
Absolutamente irrelevante. Igualitarismo al poder. No vamos a marginar de un acto tan bonito de fin del bachillerato a los que no acaban aún el bachillerato. Solo faltaría que las fiestas tuvieran su sentido.
A mí me parece que se han perdido el tino.
No me parecería mal que todos los alumnos juntos pudieran hacer una cena cuando terminan el curso, el mismo día incluso que el acto oficial. Pero, hombre,… el acto oficial debería homenajear únicamente a los que realmente terminan. ¿O no?
Un disparate. Ojalá fuera el más pequeño de todo el sistema educativo. Quizás sea solo un síntoma del sinsentido de todo lo demás.




Por cierto, yo acudí a la cena final y bailé como en mis mejores tiempos. Osea estupendamente.

2 comentarios:

  1. En Italia, cuando los universitarios se gradùan se hace una gran fiesta, pero no es colectiva:quien se gradua hace un examen oral para sintetizar su trabajo, sentado frente a una comisiòn de profesores, y detràs de él estàn los seres queridos, familiares y amigos del graduado, que asisten al acontecimiento. Generalmente, terminada la discusiòn de la tesis, el neolicenciado recibe una corona de laurel, que en la Roma imperial era un sìmbolo de poder, o un ramo de flores, y un sombrero representativo que en Italia se puede llamar 'feluca', 'pileo', o 'goliardo'. La tradiciòn dice que cada facultad tiene su propio color: rojo para medicina, blanco para literatura, azul para derecho, negro para ingenierìa, verde para ciencias, amarillo o gris para economìa. Por lo tanto, en Italia no hay ningùn problema: si has aprobado tus exàmenes puedes festejar con tus amigos o seres queridos, pero si no has terminado tus estudios, puedes celebrarlo solamente con tus libros.

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  2. Pues me parece que en Italia sucede lo lógico. Celebran los que pueden celebrar. Me parece mucho más sensato que lo que pasa en España.
    Los premios, y una fiesta de celebración es un premio, tienen sentido cuando se tiene un mérito. Cuando se ha conseguido algo se celebra.
    Yo este año sigo teniendo alumnos que celebraron su marcha del instituto el verano pasado. Pero algunos no terminarán ni siquiera este año. Sus compañeros están ya en primero de carrera, pero ellos siguen en Instituto. Eso sí, en mayo pasado se pusieron de gala y celebraron su cena de fin de bachillerato.
    Como digo en esta entrada del blog: UN DISPARATE.

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