MI HORARIO
Entramos hoy lunes en la cuarta semana de clase. Ya llevamos tres de curso. Gracias a Dios esta cuarta es más corta porque el viernes es el día del Pilar y es fiesta. Este trimestre no nos podemos quejar. Hay tres oasis en el largo trimestre de 14 semanas. Los otros dos son los santos (otro viernes) y la constitución (un jueves y un viernes).
Os contaré lo bueno y lo malo de mi horario.
LO BUENO: Este año no tengo asignada ninguna asignatura “chunga” del tipo “alternativa a la religión” ni nada de eso. Son un rollo y el año pasado perdía tres horas de esa manera. Este curso se da en el centro una optativa nueva: la psicología. Hace cuatro o cinco años también la expliqué yo y compre libros para la biblioteca. Me gusta mucho impartirla porque así estudio y aprendo cosas. De momento he me hecho con el libro de Miller del que hablaba pseudópodo (introducción a la psicología) y lo estoy leyendo. Además tengo sólo cinco alumnas, y se pueden dar las clases de otra manera.
LO MALO. A mí me gusta dar las primeras horas. Odio la quinta y sexta porque los alumnos están cansados. Este curso todo mi horario está puesto hacia el final del día.
Mi horario perfecto sería madrugar y tener todas las clases dadas a la una. Este curso sólo dos días entro a primera. Y eso no quiere decir que entre tarde. Dos día estoy desde la primera hasta la última. Hay gente que prefiere entrar tarde los lunes aunque salga tarde el viernes. Eso es lo que me ha tocado a mí este año aunque yo prefería al revés. El viernes tengo clase de primera a última. Cuatro clases y dos guardias. La última del viernes es matadora. Un latazo.
¿Y cuál es la razón por la que tengo tan mal horario?
Pues porque este año voy un día por la tarde, los martes, a atender la biblioteca de cuatro a siete. Esto obliga a concentrar todo mi horario en cuatro mañanas. El martes por la tarde atiendo la biblioteca pero no voy por la mañana. No sé si esto merece la pena o no. Si el martes resultara descansado (aún no puedo decirlo) puede que repita el próximo año. De momento no veo animado a repetir.
Y ahora alguien dirá ¿Y A MÍ QUE ME IMPORTA TODO ESTO?
Pues eso mismo digo yo, pero hoy no se me ocurría otra cosa.
Os contaré lo bueno y lo malo de mi horario.
LO BUENO: Este año no tengo asignada ninguna asignatura “chunga” del tipo “alternativa a la religión” ni nada de eso. Son un rollo y el año pasado perdía tres horas de esa manera. Este curso se da en el centro una optativa nueva: la psicología. Hace cuatro o cinco años también la expliqué yo y compre libros para la biblioteca. Me gusta mucho impartirla porque así estudio y aprendo cosas. De momento he me hecho con el libro de Miller del que hablaba pseudópodo (introducción a la psicología) y lo estoy leyendo. Además tengo sólo cinco alumnas, y se pueden dar las clases de otra manera.
LO MALO. A mí me gusta dar las primeras horas. Odio la quinta y sexta porque los alumnos están cansados. Este curso todo mi horario está puesto hacia el final del día.
Mi horario perfecto sería madrugar y tener todas las clases dadas a la una. Este curso sólo dos días entro a primera. Y eso no quiere decir que entre tarde. Dos día estoy desde la primera hasta la última. Hay gente que prefiere entrar tarde los lunes aunque salga tarde el viernes. Eso es lo que me ha tocado a mí este año aunque yo prefería al revés. El viernes tengo clase de primera a última. Cuatro clases y dos guardias. La última del viernes es matadora. Un latazo.
¿Y cuál es la razón por la que tengo tan mal horario?
Pues porque este año voy un día por la tarde, los martes, a atender la biblioteca de cuatro a siete. Esto obliga a concentrar todo mi horario en cuatro mañanas. El martes por la tarde atiendo la biblioteca pero no voy por la mañana. No sé si esto merece la pena o no. Si el martes resultara descansado (aún no puedo decirlo) puede que repita el próximo año. De momento no veo animado a repetir.
Y ahora alguien dirá ¿Y A MÍ QUE ME IMPORTA TODO ESTO?
Pues eso mismo digo yo, pero hoy no se me ocurría otra cosa.
Para eso es tu blog, para que pongas lo que se te ocurra.
ResponderEliminarEl libro de Miller es genial. Una obra maestra, en todos los sentidos. Ya lo verás.
ResponderEliminarAsí me gusta Loia. Atiende la biblioteca y atiéndela bien. Las cabecitas de tus alumnos lo agradecerán, puede que hasta más que tus clases.
ResponderEliminarOtra cosa, ¿cómo la atiendes? ¿Sólo manteniéndola abierta?
Ya te contaré. Haremos algunas actividades que ingenian mis compañeros.
ResponderEliminarAdemás vamos a abrir un blog, para ir contando cosas de lo que se hace o invitar a leer cosas
Loia: a mí si me importa lo que cuentas porque es parecido a lo que cuento yo:
ResponderEliminarEl curso pasado dí alternativa a la religión, este año doy psicología y estoy encantada (aunque en mi caso el grupo es de veinte alumnos).
Cuando escribas sobre tus clases, ya sabes que alguien te leerá con interés. Un saludo. Teresa
Hace unos días me acordé de tí, Teresa. Hacía muchísimo que no decías nada en mi blog. Aunque una vez creo que escribiste algo en el de Sarapo.
ResponderEliminarPensé que te habrías cansado y habrías desaparecido para siempre. Me has dado una sorpresa. Una sorpresa agradable, claro.