13 marzo, 2015

Amor a hora fija.

Cuando mis padres empezaron a envejecer sentí aquello como un aviso. Su vejez y su muerte intuida era el anuncio de la mía. Hoy las cosas han cambiado. Supongo que no se puede vivir mucho tiempo con la viva conciencia de la muerte y aunque no puedo negar la realidad vivo como si la muerte, mi muerte, no existiera.

La vejez de mis padres fue un motivo enorme de estrés. Ahora mismo atravieso un periodo de calma. Mi padre está bien y mi madre se mantiene cuidada en la residencia, sin cambios, sin crisis, y aunque suene muy fuerte, sin darme problemas.

Cuando mi madre estaba en casa, la responsabilidad sobre ella era nuestra todo el tiempo. De mis hermanos y mía. Pero sobre todo mía, dado la cercanía de su casa. Ahora uno confía en que en la residencia está bien cuidada. La levantan, la acuestan, le dan de comer, la visten, la limpian cuando se ensucia. Si hay un problema, ellos lo solucionan, porque han tratado mil casos similares.

Nosotros estamos pendientes, claro. Ahora la paseo de la mano casi todos los días una hora, cosa que no hacía antes. Pero siento mi cabeza está liberada. Siento que es un amor dosificado. Un amor a hora fija. Me ocupo el rato que estoy con ella y me marcho después a vivir.


Ayer, encontré una frase de Pascal. “Cuando no se ama demasiado, no se ama suficiente.”
¡Qué listo era el cab... de Pascal!

2 comentarios:

  1. Es un tema muy difícil que cada uno llevamos en nuestra conciencia. Mi madre también estuvo en una residencia donde murió ahora hace tres años. La iba a ver y el rato que estaba lo disfrutaba. No era cada día pues era en Zaragoza y yo vivo cerca de Barcelona. Sin embargo, pensar que yo vaya a acabar en una residencia como la que vi y en el estado en que la vi me produce un terrible espanto. Supongo que con la vida se nos va disolviendo el ego. Eso es la residencia. Tranquilidad para unos y conciencia de pérdida absoluta de tu vida para otros, lejos de todo lo que ha sido tuyo. Sin duda es lo mejor, pero yo preferiría una muerte digna antes que entrar allí. Sin mi iPad, sin mis libros, con pañal, inmerso en un ambiente en que lo único que se hace es ver la tele y ver a personas que ya no tienen nada. Este es el mundo moderno, pero quien esté libre de pecado que tire la primera ...

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  2. Si en esta sociedad egoísta y desalmada, ni siquiera se puede encargar uno de los propios padres en su momento de declive de energía vital, no nos pongamos 'finos' ni cartesianos hablando del 'alma'. Cinismo, materialismo puro, (¿determinismo?:Excusas, BARATAS; ni un ápice de consciencia ni de voluntad , ni de REMORDIMIENTO, NI dignidad para uno mismo y en el trato a los semejantes; ni siquiera a los más allegados.
    Descarado egoísmo y mediocridad...
    ES LO QUE HAY.... Tiki tiki

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