El tiempo vuela y yo vivo feliz mis vacaciones.
Hoy es día 15. Lo que significa que ha transcurrido un
cuarto de mis vacaciones.
- Por un lado esto es un horror porque estos días se fueron
en un soplo, y las vacaciones son maravillosas y querría que duraran siempre.
- Por otro lado la vida es siempre maravillosa, también
cuando hay que trabajar. ¿Qué más da que pase el tiempo rápido y vuelva el nuevo
curso? Pero ¡qué leche!, me fastidia el ritmo acelerado del curso y no quiero
volver al estrés que supone. (¿En castellano será con s o con x?)
Si echo la vista atrás veo que no he parado y que lo he pasado divinamente. No he tenido tiempo ni de escribir a Pseudópodo para pedirle que cuelgue las lecturas de este medio año. El primer fin
de semana, casi sin empezar julio, estuvimos mi mujer y yo en Arenas para
preparar la casa para unos inquilinos circunstanciales: del 8 al 15 de julio
(400 euros). Luego vuelta a Salamanca. El miércoles viaje a Ávila,
Estuve unos días solo en Arenas de San Pedro. Solo quiero
decir con los gatos. Estuve pensando entonces en hacer un "diario de la
soledad" pero mi vida estaba tan llena que no encontraba tiempo para
escribir. Llevé un montón de cosas al punto limpio. Nuestro inquilino de
invierno desde hace trece años se ha ido definitivamente (siempre se iba los
veranos, pero volvía en septiembre) y
había que deshacerse de muchos trastos que dejaba.
La soledad tiene un goce especial y cuando no tienes
obligaciones pautadas se convierte en un vagar feliz. Puedo hacer exactamente
lo que quiero en cada momento sin ninguna interferencia. No son necesarios horarios
para coordinarme con mi mujer, puedo decidir cualquier cosa sin tener que
negociarla con ella, no tengo que escuchar la televisión de fondo en la casa... Si
no leo no es porque ella me interrumpa con asuntos pendientes que corren mucha
prisa, es sencillamente porque no leo. Todo, absolutamente todo depende de mi
voluntad. Algo insólito cuando compartes normalmente una casa con una
familia de varios miembros.
Un día quise dedicarlo al silencio y la meditación. No fue
del todo posible pero medité tres horas. Y me di un largo paseo por naturaleza.
Me gustó la experiencia pero no sabría explicar gran cosa sobre ella. O quizás sí, pero no tengo tiempo.
¿Por qué estaba solo?
Mi mujer se fue a Dublin con tres hermanas suyas de jueves a
jueves y yo partí esa semana en dos partes. Tres días en Arenas y tres en
Avilés viendo a un amigo. O a un matrimonio amigo, que también así se puede
contar. Aunque en realidad la mayor parte del tiempo son conversaciones con él
sobre el feminismo desnortado que nos toca vivir. O sobre el descarrilamiento
en general de la vida política.
Hermoso paseo matutino por la playa de la Salina
mientras mi amigo trabaja.
Se me olvidaban los viajes. Estupendas aventuras en
Blablacar.
- Yésica, una joven que me habla de resonancias, rayos X,
medicina nuclear, (imagen para el diagnóstico, que es en lo que trabaja) (Viaje
Salamanca-León)
- Antonio, un hombre que cambia un pinchazo en tiempo record
en plena autovía a la salida de León, mientras otra pasajera "se quiere
morir" (era guapa) y sale a la cuneta a hablar por teléfono disgustada,
como si fuera Antonio el culpable del pinchazo. Después aún recogemos a Alipio, un
paisano que llevamos de un pueblín a otro, y que nos habla de sus 100 cabras
(incluyendo las crías) y de su hija que quiere dedicarse a la apicultura. Al final del viaje momentos de un dialogo
tenso entre Antonio y la guapa pasajera que le reprocha la duración excesiva
del viaje. Experiencia nueva para mí esto de que existan sombras en un viaje de Blablacar. (Viaje León- Avilés)
- ¿Qué decir de Mateo Pierre? Un estudiante de traducción de
24 años, inteligente como él solo, con el que compartí una charla de tres horas
sin parar con el tema central del feminismo. Viajábamos en una autocaravana (no
se me ocurría que con la autocaravana se pudiera hacer blablacar) y conducía
Enrique, un tipo de mi edad que charló
con su otra pasajera muy joven que iba de copiloto. Si de primeras me hubieran
dado a elegir hubiera elegido hablar con la chica pero una vez vivida la charla
con Mateo sé que es imposible que la chica hubiera mejorado mi viaje. (Viaje de
vuelta Gijón-Salamanca)
Continuará.
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