Orden de aprovechar.
Dos nuevas visitas al psicólogo tras varias semanas sin ir. Mi mujer cree que estoy muy ansioso. Al principio me cuesta verlo pero poco a poco reconozco que es así. Descubro, otra vez, que estoy lleno de miedos. La ansiedad
no es sino miedo. Y mi nivel de ansiedad es muy alto. Pese a estar de
vacaciones.
Descubro que ese miedo nace de la necesidad de control. En
lugar de vivir abierto a las cosas quiero imponer un plan previo. Vivo en la
convicción de que la vida solo será buena si se adapta a mis objetivos y mi
control. Y esa rigidez, creer que todo tiene que estar previsto y ser acorde a
mis creencias, me impide vivir relajado.
¿Por qué razón no puedo vivir las vacaciones de modo
relajado? Porque cada día quiero aprovecharlas: disfrutar de los
baños, pasarlo bien con los amigos, leer lo suficiente, escribir las entradas
para el blog, conseguir meditar “bien”. Tengo la convicción de que puedo
mejorar mi vida haciendo todo de una determinada manera y para eso tengo que esforzarme. Y paradójicamente es
precisamente eso lo me hace estar tenso
y ansioso. Porque siento que la vacación –la vida entera- se va sin que pueda
atraparla.
Quiero ganar mi vida. Y estoy aprendiendo de un modo vívido
que “el que quiera ganar su vida la perderá”.
Escribe, escribe, escribe.
ResponderEliminarYo ya he vuelto a mi playa. Sin dejar de pasear solo.
ResponderEliminar