08 mayo, 2015

Verse a uno mismo.

Las personas no solo vivimos sino que además nos vemos vivir. La vida es conciencia de vivir. Cuando escribo aquí no solo cuento las cosas que me pasan sino que veo lo que me pasa. Me cuento mi propia historia, como hacemos todos, escribamos diarios o no. ¿Estaré intentado quedar guapo? Seguro. Todo el mundo quiere quedar guapo.

Alguno dirá que no lo logro en absoluto. Permitidme dudarlo. Quizás la realidad sea aún más fea de lo que aquí se muestra. Si hiciera algo malo, muy malo, sabiendo que es malo… ¿Lo contaría aquí?

Una vez leí una entrada del blog de Joselu en la que sentía mucha pena porque una alumna inmigrante había tenido que volverse a su país. Creo que escribí sobre ello aquí, pero no consigo encontrarlo. A veces, cuando un alumno desaparece del mapa, se va a su país, se cambia de centro, anula matrícula… siento alivio. Un alumno menos al que atender, menos trabajo, menos ejercicios que corregir, menos exámenes…

Si cada vez comenzara a ir menos a ver a mi madre, si pasara largas temporadas sin ir a verla… ¿lo contaría aquí?
En caso de que lo contara ¿Lo haría intentando justificar de algún modo mi conducta?

¿Lo haría para ponerme en vergüenza ante todos y de algún modo redimir mi falta y así sentirme menos malo?

Retorcido y mentiroso ser humano. 
Se mira a sí mismo vivir pero es difícil que quiera verse como realmente es.



2 comentarios:

  1. Te equivocas. Yo soy bueno y no tengo malos pensamientos. Todos los que tengo yo pueden ser verificados por el certificado ISO de la buena conciencia planetaria y el manual del buen burgués. Escribo hasta eso de todos y todas soy solidario con los palestinos, creo que la escuela debe ser comprensiva y divertida, pienso que cuantos más alumnos tenga mejor, mi sufrimiento y mi estrés lo ofrezco por la santa causa que busca que todos los hombres sean iguales, e incluso ofrezco mi casa y mi sueldo para los africanos que llegan a Europa. Soy de los que pienso que el alma de un hombre bueno salva al mundo. No soy nada retorcido, nada, ni mentiroso. Todo en mí son buenos pensamientos. Me gusta sacrificarme por los demás y sé que el estado tiene tantos recursos que si quisiera todos los españoles y los que llegaran podrían nadar en la abundancia, quitando primero a los chorizos. Nunca he metido la mano en la bolsa común. Soy un hombre honrado, libre de retorcimientos y circunloquios dialécticos. Así que no entiendo nada de lo que escribes. Yo sí que quedo bien. Tú quedas fatal con tanta confesión de aspirante a malo que no lo consigue. Busca un buen maestro que te oriente para convertir tus turbios anhelos y pensamientos en la flor y la maravilla que son los míos. Amén.

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