23 diciembre, 2014

Un nombre para el gato.

  • "Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre". Victor Hugo. 

Mis hijos querían que el gato se llamara Nico, no por el Nicolás de Goscinny-Sempé, sino porque se metía en el patio de los amigos que nos lo dieron. Que algo tan efímero, como el último bodrio televisivo, diera nombre a MI gatito no podía permitirlo. De momento en la ficha del veterinario le hemos puesto Borges. Suena pedante pero es el nombre del gato de Iñaki Uriarte, que fue quien, tras leer sus diarios, consiguió que admitiéramos en casa.

Hasta ahora soy el que más lo acaricia. Me encanta cómo se me acerca y roza unos de los lados de su cabeza contra mi pierna pidiendo caricias. Me encanta que su ronroneo, mientras lo acaricio, sea signo de que lo pasa bien.

Es un gato buenísimo. En el veterinario no se resistió a ninguna de las cosas que le hicieron y la veterinaria dijo que muchos no eran así. Se pasa el día durmiendo en la galería cubierta. Es él quien busca salir y al atardecer entra en casa y se pasa unas horas con nosotros.

A mí me es fácil rendirme a las cosas con pasión. No tengo término medio. Cuando pongo fe en algo me entrego completo. Si Dios no lo remedia dentro de unos años diré majaderías como esa de que cuando se muere la mascota es como si se muriera un hijo. Espero no llegar a ese grado de estulticia. 


Me he entregado a Borges como si pudiera ser mi mejor ansiolítico. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario