La verdad no es amarga.
Me recomendó a Thomas Bernhard. Leí Origen y su autor me pareció
un amargado. Me respondió: “Yo creí que a un filósofo le gustaría”. Supongamos
que es filósofo quien quiere conocer la verdad. ¿Por qué la verdad habría de
ser amarga? ¿Por qué la experiencia filosófica no podría tomar como punto de
partida la alegría exultante de Walt Whitman?
En este sitio, a la izquierda, hay dos enlaces para descargar el programa de Walt Whitman y poder oírlo más tarde en MP3.
A la derecha hay una barra larga donde se puede escuchar on line. TE LO RECOMIENDO.
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