29 julio, 2014

Reivindicando Benidorm

Releo a trozos los Diarios de Iñaki Uriarte y encuentro una reivindicación de Benidorm. Una de las cosas con las que me sedujo Uriarte fue ese ir contra el tópico. El rechazo intelectual de Benidorm como lugar masificado es cambiado aquí por una alabanza sencilla de la playa urbana en la que el sol está asegurado y no como en San Sebastián donde a mitad de mañana tienes que levantar el campamento con la toalla en la cabeza porque empieza a llover.

Rechazar lo que dice todo el mundo me pierde. Es también el encanto que le veo a Espada. Es verdad que tiene mucho de sofista, (aunque también es sofista apuntarse a la opinión común) porque el que repite la opinión vigente no destaca ni llama la atención, y sin embargo quien se levanta contra la multitud se asegura un público al demostrar su fuerza nadando contra corriente. La desventaja puede ser sacrificar la verdad con tal de …

No creo que sea así en el caso de Benidorm. Una vez leí que era muchísimo más ecológico una megaciudad pegada al mar que invadir todo el litoral con pequeñas casitas en las que cupiera ese mismo número de gente.

Copio aquí parte de la defensa de Uriarte:

“Además de las comedias españolas costumbristas de los años 60 y los chistes a lo Forges, el principal enemigo de estas arenas y estas aguas ha sido el teleobjetivo. El teleobjetivo, que todo lo superpone y asfixia, y la manía de los fotógrafos de no ver más que lo que les han dicho que hay que ver.” […] “Lo diré por una vez: esta es la mejor playa urbana que hay (y lo dice uno de San Sebastián, que sabe de qué va la cosa). Ni Nizas, ni Conchas, ni Copacabanas. Al menos si estamos de acuerdo en lo fundamental, en que lo bueno es el sol, una amplia superficie de arena fina y blanca para cada uno, y la posibilidad de darse unos frescos y largos baños. ¿La gente? ¿Por lo que se pregunta es por “el tipo de gente”? Pues como en cualquier parte. Mayores, jóvenes y niños. De todos los lugares del mundo. La cartera no se les ve. Cuerpos desgastados por la edad pero alegres al sol, cuerpos gordos, flacos, normales, cuerpos magníficos que algún fotógrafo desprejuiciado confundiría con los de Miami,  pocos niños, eso sí, nunca he llegado a saber por qué ha tan pocos niños aquí. Tal vez porque les gustan más las piscinas.”


Yo creo que la clave del rechazo está en el gusto por “la exclusividad”. Y lo cuento mañana. 

1 comentario:

  1. Es la mejor playa urbana. Ese es el punto. A un lado de la avenida el mar y al otro una ciudad.
    Quiero vivir en la ciudad, la cuidad. Se canta. Diles que vivan todo el año en un lugar no ciudad, a esos exclusivistas.
    Otra cosa es que en vacaciones toque "desconectar"; que dice el gran Theo S. Ja Ja.

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