Ir de escaparates.
En otros tiempos se "iba de escaparates" como ahora se va de tiendas. La diferencia en la expresión tiene su sentido: ahora se entra en ellas, se prueba uno todo y si uno quiere sale sin comprar. A veces voy de tiendas con mi mujer. Me llevo un libro y cuando llegamos a una, ella entra y yo me quedo fuera apoyado en una farola con mi libro.
Cuando sale hacemos lo mismo en otra. Y en otra. De esta manera ella lleva compañía y yo no me aburro mientras ella busca todo aquello que necesitamos, o que se supone que necesitamos. Es un buen sistema.
A veces me siento como esos perros que esperan a su dueño atados a una farola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario