01 mayo, 2014

Mis padres están tan ricamente.

En tiempos recientes lo hemos pasado mal con mis padres y aquí dejé constancia de ello. La verdad es que ahora vivimos una época dulce. Mi madre, que comenzó a tener serios problemas de memoria, no reconocía su enfermedad y luchaba por mantener el poder que había tenido siempre y se quejaba de que no le dejábamos dinero y de que no necesitaba asistenta. Ahora ha aceptado su situación y en general está de buen humor y se resigna a que la asistenta organice y lleve todo. Su situación médica está estabilizada y no parece que el mal avance muy rápido. Aunque algunos días dice que le parece que no reconoce su casa.

Con respecto a mi padre las cosas no podrían estar mejor. Hace unos días cumplió 93 años, que se dice pronto. Sigue tomando antidepresivos pero no existe rastro de la depresión que tuvo y pasa las tardes interesadísimo con todo lo que lee. Se leyó una biografía de Zubiri que le pasó mi cuñado -más de 600 páginas- y siempre encuentra lecturas nuevas en las que interesarse. Sigue con su síndrome de ojo seco y a veces se queja pero creo que ya se ha acostumbrado a vivir con ello, como yo con mi fisura.

Es sorprendente que el único mal que tenga sea ese. La tensión está controlada, come de todo y hasta bebe vino y cerveza. Últimamente ha dicho que se acabó tomar cerveza sin alcohol. Que sabe diferente. No sé como ha tardado tanto en darse cuenta.


Últimamente se ha interesado mucho por los poemas de Eloy Sánchez Rosillo. Y le voy a comprar, porque me lo ha pedido, el libro que se ha publicado en Cátedra con una reedición reunida de su poesía.

Ayer estuve en casa cenando con ellos y nos estuvimos riendo con algunas poesías humorísticas que él recordaba. Os copio aquí una:

Tengo una gata de angora
que es una gata divina, 
niño, saca la minina,
que la vea esta señora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario