28 abril, 2014

Eloy Sánchez Rosillo




Me explican que según María Zambrano el origen de la filosofía y el de la poesía es el mismo. La maravilla que produce que las cosas sean lo que son. 

Al filósofo le lleva a reflexionar e intentar saber y al poeta a expresarlo, a celebrarlo y cantarlo. 

Creo que soy un tipo bastante prosaico. Me falta sensibilidad poética. Yo veo amanecer y no reparo en ello. Veo la luz del crepúsculo y ni lo advierto. He notado esto leyendo a Trapiello.
Creo que el sentimiento poético consiste en extasiarse ante la belleza de determinados momentos. Un recuerdo de infancia. Un lirio. Un jilguero.

He estado leyendo últimamente al poeta Eloy Sánchez Rosillo. Han hecho una edición nueva de su poesía. Lo he sabido por el blog de José Luis GarcíaMartín. Saqué varios libros de la biblioteca y le pasé alguno a mi padre. Le ha gustado y a mí también.

Es una poesía fácil de entender, directa, que celebra la vida. Me gusta mucho y al mismo tiempo me sabe a poco. A veces me parece demasiado prosaica. Empiezo un poema y me gusta, pero espero más, quiero que dé más, y al final no me quedo del todo contento. No termino de ver los poemas redondos. Ya en tiempos colgué dos poemas suyos en el blog. Eran preciosos.

 Cuelgo otro de los muchos que me gustan.

ANTES QUE EL TIEMPO ACABE

Que no termine mayo sin que yo me haya dicho:
“Ahora transcurre mayo”.
Pasan por nuestro lado estos días y apenas
somos conscientes de ellos,
de cómo van llegando ni de cómo se marchan
con sus muchos prodigios:
toda esa luz tan suave
como un agua dorada que entre las cosas fluye,
y este sueño de ser en el amor,
de respirar a salvo en la alegría.
Que sepan ver mis ojos lo que ven
y que mi lengua diga fervorosa:
“Ahora transcurre mayo y es muy dulce mi vida”.

5 comentarios:

  1. LA MÁQUINA DE VERSIFICAR.

    Tu amigo Claudio ha muerto.

    Podrías sentir algo
    si la urgencia del verso te dejase.

    Triste destino el suyo: ser
    tema de una elegía, pobre objeto
    al servicio de un juego miserable,
    el juego del acento y de la sílaba,
    de la cita y el tópico,
    de la astuta emoción premeditada.

    Tu amigo Claudio ha muerto,
    pero tú nada sientes.
    Ni tan siquiera sientes no sentir.
    Más firme que la muerte
    el verso se interpone entre vosotros.


    El poeta es un monstruo.

    Miguel Postigo (Avilés 1976)

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  2. Está bien la poesía que cuelgas.
    Yo dudo mucho que se pueda hacer poesía con la muerte de alguien. Colinas tiene una en torno a los atentados del 11 M. Me parece una mierda. Es absolutamente falsa.
    Cuando el dolor se impone no existe nada más. Podría ser que lo que alguien dijera para expresar ese dolor pudiera resultar bello pero lo que no entiendo es que alguien pueda estar sufriendo y a la vez pensando en la belleza. O una cosa o la otra.
    Quizás se pueda hacer poesía cuando ha pasado mucho tiempo de la muerte.
    El poema de Miguel Hernández a la muerte de su amigo parece sincero y sentido. Quizás fuera el contra ejemplo de lo que digo.
    El de Lorca a la muerte del torero me parece falso.

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    1. Perdone, serìa muy interesante que explicara por qué la La elegìa de Lorca le parece falsa y, de paso, qué es lo falso y qué lo verdadero en poesìa. Gracias por adelantado

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    2. Lo que digo que es falso es el sentimiento del que se supone que nace.
      No puedo demostrarlo pero es una intuición. Uno escucha la poesía y nota que su autor está pensando más en que suene bonito lo que dice, en lugar de estar realmente centrado en la pena por la muerte del amigo.

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    3. No creo que Miguel se considere a sí mismo un monstruo y me parece (no estoy seguro) que no has captado el poema.

      ¿Has leído Mortal y rosa? Lo digo por lo de sufrir (no se me ocurre mayor sufrimiento) y pensar en la belleza.

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