Anécdota en un cajero.
Justo antes de entrar en un cajero a por dinero me doy cuenta que hay alguien dentro y me quedo fuera esperando a que termine. Cuando sale y ve que voy a pasar me dice: "Le aconsejo que espere usted unos minutos antes de entrar. Me he tirado un pedo y huele fatal."
Pensé que bromeaba.
Pero era verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario