NO SOMOS LOS OTROS.
Tengo un
familiar enfermo de cáncer de pulmón. Ya lleva tratándose un año. Estos días
está de nuevo ingresado.
Lo que me
produce horror es poder seguir viviendo como si nada. Hemos terminado la semana
de evaluaciones y siento un alivio enorme después de poner notas y cerrar un
capítulo del curso. Me quedan dos semanas de clase, pero me siento como si
estuviera de vacaciones.
Mi mujer se
ha juntado, este fin de semana, con muchas de sus hermanas en Madrid. Duermen en un hotel, comen en una marisquería, ven algún
musical, van de tiendas… Lo hacen todos los años una vez. También ellas saben
del cáncer del que hablo. La persona afectada es el marido de una de ellas, aunque por supuesto ella no asiste esta vez.
Una
enfermedad mortal es terrible, pero no menos terrible es que la vida siga casi
impertérrita.
Me parecería
justo que me doliera más, me parecería justo que me quitara el sueño. Y
sin embargo nada. Lo siento por él, cómo no voy a sentirlo, pero ¿qué significa
decir que lo siento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario