05 febrero, 2014

Inevitable desnudez

Una cosa que me impresiona de los blog personales o de los diarios, tipo el de Trapiello, es aquello que vemos de la persona aunque la persona no lo quiera mostrar.Una cosa es lo que el autor quiere enseñarnos, -por eso lo cuenta- y otra diferente lo que podemos ver entre lineas, alguna cara no tan presentable pero que, sin voluntad del autor, se adivina tras lo que muestra.

Es diferente cuando alguien cuenta una debilidad avergonzado y la compone para mostrarla. De algún modo, si es algo de lo que hay que avergonzarse, su confesión se convierte en redentora. Confesar su pecado le salva de algún modo. Confiesa para descansar de su remordimiento exponiéndolo al escarnio público.

Lo que me asusta de mi propio blog no es mostrar -cuando lo creo conveniente-, cosas más o menos reprobables, sino mostrar lo peor de mí mismo sin querer.

Para que se me entienda bien. Cuando Trapiello escribía sobre Uriarte, se podía pensar que nos mostraba cómo son los diarios de Uriarte, pero lo peor era lo que veíamos de sí mismo. No comprendo por qué esta entrada es la entrada que recibe más visitas de todo el blog.

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