Dos bobadas.

Fui ayer con mi padre al médico. Ese día debía tener la vena poética.

"¡El territorio de la vejez!. Es un territorio que tenía inexplorado."

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Por otro lado me sucedió hoy  una cosa curisosa.

A la vuelta a clase le felicité el año nuevo a un compañero y él me lo felicitó a mí. Luego me preguntó que cuál era mi apellido. Solo nos conocemos de hola y adiós.

Se lo dije, me buscó en una lista de todos los profesores que le había facilitado el direcor y me apuntó.

"El año pasado hubo gente que me reprochó que no le felicité el año nuevo, pero esta vez no vuelve a pasarme."