19 octubre, 2013

Un saludo amable

Paso una hora de la tarde del viernes corrigiendo exámenes menores en la biblioteca. Corrección fácil y mecánica. De repente escucho por detrás mi nombre gritado al unísono por varias personas. Digo gritado pero en realidad es susurrado en voz baja, pero con fuerza suficiente para ser oído. Son cuatro alumnas de bachillerato que me saludan muy sonrientes desde una mesa relativamente lejana. La biblioteca es grande y no las había visto al entrar. Me gusta que los alumnos me saluden contentos. Me reconcilia con mi trabajo, suponiendo que estuviese peleado.

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