¿La piratería es inevitable?
En el blog de Pseudopodo leí la idea de que los artefactos o tecnologías tienen su propia dinámica independiente del uso que las personas
queramos hacer de ellos. Es decir, que, de algún modo, no somos nosotros los
que tenemos las tecnologías sino ellas las que nos tienen a nosotros.
Se me ocurrió entonces pensar que en el archivo digital, por
su facilidad de copia, en su propia naturaleza está ya inevitablemente la
piratería y toda la ruina de los derechos de autor.¿No os parece algo convincente?
Sin embargo, mi contacto con británicos y las propias
estadísticas por países, que son muy diferentes unas de otras, me hacen cambiar
ahora de idea.
Creo que un profesor español no tendría demasiado reparo en dar por
hecho que los alumnos van a piratear películas, o canciones o libros e incluso
podría ser él quien proporcionara los enlaces. Por lo que me cuentan un
profesor británico nunca haría algo así.
Quizás determinadas ideas de las cosas hace que los instrumentos se usen de distintas maneras en unos sitios y en otros.
Yo también he hecho esa reflexión de que la propia naturaleza de la información digital hace que sea muy dificil controlar la propiedad. De todas formas, si un documento está registrado e incluso sin registrar, la propiedad intelectual no se pierde. El problema está en cómo conseguir ingresos a partir de una obra. Una forma es poniéndolo barato. Si un usuario tiene la opción de comprar un producto legal por poco dinero posiblemente prefiera hacerlo así a tener un producto pirata que además es más dificil de conseguir a menos que tengas un control de las herramientas necesarias. Esta rebaja en el precio puede tener su compensación por la capacidad de llegar a muchos usuarios a través de la web.
ResponderEliminarEl otro día Elvira Lindo decía que no podía piratear una serie de TV que le había hecho disfrutar mucho, se sentía obligada a pagar por ella. Comparto esta idea, cuando algo te procura una satisfacción surge una necesidad de agradecimiento, en este caso pagando la cantidad correspondiente, siempre que no sea desmesurada, claro.