La autonomía del paciente en Gran Bretaña.
Esta entrada está dedicada a una mujer médico: la mujer de J. (también podría llamarla la mujer de P.)
Ya hablé de lo que mi hermano estaba aprendiendo en Gran Bretaña en esta entrada.
Los médicos británicos son diferentes a los españoles en una
cosa. Parece ser que los médicos británicos no prescriben a los pacientes un
tratamiento único sino que ofrecen, siempre que es posible, distintas opciones.
Por ejemplo, para bajar la tensión podría ofrecer una serie de remedios
naturales (no tomar sal, adelgazar… lo que sea) o tomar una medicación. Quizás
el ejemplo no sea muy adecuado porque me lo estoy inventando. Lo que digo es que
explican al paciente la situación y le ofrecen la posibilidad de que el propio
paciente se haga responsable de su enfermedad. Que sea, con la información que
ellos le ofrecen, su propio médico.
Mi hermano, aunque sigue las instrucciones que sus tutores
le dan, parece –por el modo como lo ha hecho toda la vida- que se siente más
cómodo en el papel de médico “autoritario”
que prescribe la terapia que considera mejor y se deja de “posibilidades”.
Hablo con mi amigo B, en Arenas de San Pedro, y me dice que
los británicos son el modelo a imitar. Que se debe respetar la autonomía del
paciente y que es lógico que sea éste, el paciente, quien conociendo lo que el
médico le explica decida qué camino quiere tomar.
Tendréis que esperar al próximo post para saber las dos
alternativas que creo yo que me daría a mí un médico británico si se ocupara de
lo mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario