15 agosto, 2013

Las desventajas de ser ama de casa.

Mi hermano ha pasado en Londres varios años de ama de casa porque su mujer era la que trabajaba mientras él pidió una excedencia en su trabajo de médico de familia en Madrid.

Ahora está ejerciendo de médico en Londres, durante 20 horas a la semana, aprendiendo el sistema británico y haciendo como de aprendiz, asistido en algunas ocasiones por médicos británicos y la mayoría del tiempo él solo con pacientes. Cuando termine este curso podrá ser contratado como médico normal. 

¿Por qué se decidió a buscar un trabajo de médico pese a la dificultad del idioma y a pesar de que podían vivir perfectamente con el espléndido sueldo del Ministerio de Exteriores que gana su mujer?

Por las desventajas del ama de casa que él me explicó  -señalaba dos- y yo paso a contaros.

La primera. El trabajo del ama de casa no tiene fin. No existe una lista de tareas que tengan un tiempo prefijado y que puedan realizarse y terminarse en una jornada de trabajo. Siempre hay cosas en la casa que están pendientes y que se pueden hacer o se podían haber hecho. Tú puedes haber pasado la mañana muy atareado haciendo mil cosas de la casa y atendiendo a los niños pero cuando tu marido –en este caso mi cuñada- llega a casa puede preguntar ¿y no fuiste a comprar lo faltaba? ¿No limpiaste aún los cristales de la habitación de los niños? Siempre hay algo que se puede echar de menos y que se quedó sin hacer.

La segunda. Tú pareja se convierte en juez constante de tu trabajo y mientras ella puede juzgar lo que tú haces tú no puedes juzgar el suyo porque queda fuera de tu alcance. Es imposible aplicar la reciprocidad. Los resultados de tu trabajo están a la luz pero los del trabajo realizado por el otro no. Tu pareja puede reprocharte que te ha cundido poco el tiempo porque faltan cosas por hacer, cosas que ella cree que hubieras podido hacer y no has hecho. ¿Puedes juzgar tú si ella aprovechó su tiempo o no?


En fin, que el trabajo de ama de casa no se lo desea a nadie. 



Y quizás alguno me reprocharéis: pero ha tenido que ser hombre el que lo hiciera para que te dieras cuenta.

1 comentario:

  1. No, a todo.

    El problema es que la mayoría de los hombres no hacemos trabajo de casa.

    Una vez que lo haces con frecuencia (porque trabajáis los dos y no tienes criada) ya no te pueden vender motos. A no ser que tengas una mansión y ciñéndonos a tareas del hogar, limpieza, comida, compras, y dejando fuera la educación de los hijos, deberes, etc, no son más de tres horas diarias. Siendo generoso. No estamos en los tiempos de nuestras madres, que tenían que ir a lavar al río. Y cuando nos compremos el robot se acabó el aspirador.

    Así que no, que tu hermano no te cuente milongas. 1) El trabajo de casa tiene fin, más bien corto hoy en día. Todo trabajo bien planificado tiene un fin. 2) En cuanto a la pareja, pues depende de como sea tu pareja. Mi suegra era una grandísima cocinera, mi suegro siempre ponía pegas.

    Uno no se pasa toda la vida estudiando una carrera jodida y se “realiza” limpiando la casa. Por ahí va lo de tu hermano, me parece, claro.

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