Cambiando cosas muy antiguas.
Cuando compramos la caravana, ya hace años, tomé una
decisión: orinar sentado. Alguien me dijo, por entonces, que es más limpio
hacerlo así y dado que yo iba a ser el único hombre en la caravana decidí ganar
en limpieza adoptando la costumbre femenina. En la caravana nunca lo he hecho
de otro modo. Alguien me ha dicho que en Alemania o por ahí los hombres tienen
la costumbre de hacerlos sentados por razones higiénicas también.
Ahora me ha llegado noticia que existen unos adaptadores de
cartón, o papel o algo así para que las esquiadoras puedan orinar de pie cuando
están vestidas con el mono y en la nieve. O cuando lo hace en sitio público no suficientemente limpio.
Ellos sentados y ellas de pié. Nunca pensé que en cosas tan elementales
pudiera haber cambios.
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