22 agosto, 2013

¿Cada uno viste como quiere?

Una de las cosas que se repite hoy en día es que cada uno viste como quiere. Si ese tópico se repite en el multicultural Londres aún parece que lleva más verdad. Pero es mentira. 

Una broma que hace mi hermano me lo ha hecho ver.

Allí los médicos no llevan bata y cuando él comenzó a ejercer allí preguntó si existía algún tipo de norma sobre modo de ir vestido. El consejo que le dieron no le aclaraba mucho las cosas pues le dijeron que no existía ninguna regla expresa pero que se vistiera de modo que pareciera un médico.

PARÉNTESIS PRESCINDIBLE: (Mi hermano, cuando era más joven, en Madrid, llevaba coleta y dice que algunos pacientes lo llamaban el médico hippie. Ahora viste más convencional y en su etapa británica intenta por todos los medios parecer un médico. ¿Por qué? Él explica que como su inglés no es bueno pone su empeño mayor en revestirse de la autoridad que el dominio del idioma, de momento, no puede darle.)

Tras el ambiguo consejo de “vestir como un médico” asistió a un curso para doctores y allí se encontró médicos vestidos de modo tan variopinto que era imposible encontrar un denominador común. Si en España hubieran puesto a algunos de aquellos tipos en una rueda de reconocimiento nadie hubiera identificado al “médico”.
Le llamó la atención especialmente un tipo con una barba enorme y un turbante. Posiblemente hindú. Aquel señor ¿vestía como un médico? Es obvio que sí, puesto que lo era y estamos seguros que nadie le ponía pegas por ir vestido así a su consulta. Hasta aquí todo lo que he contado es de lo más normal. La sorpresa de mi hermano no es más que la reacción de una persona poco acostumbrada al multiculturalismo.

Pero aquí viene la gracia del asunto. Mi hermano quiere ponerse alguna semana un turbante para ir a trabajar.

¿Cada uno viste como quiere? De ningún modo. Hay mucha variedad, pero hay códigos que hay que respetar. Si yo fuera a dar clase vestido de torero  o saliera a pasear en pijama tendría que estar demostrando constantemente  que no he perdido el juicio. Disparates de ese tenor nos parece tan claramente disparates que tendemos a pensar que no invalidan el tópico “cada uno viste como quiere”. 

¿Puede mi hermano pasearse por el barrio una semana con turbante y la siguiente con uno de esos vestidos largos y de colores vistosos que llevan algunos africanos? Solo si quiere que le llamen “el español loco” o como diablos se diga eso en inglés. 

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