05 julio, 2013

Mi madre y la compasión


Pienso que resulta injusta la reflexión del otro día sobre mi madre y la compasión.

Mi madre podía pasarse el día diciendo “pobre de mí”, lamentándose de su vejez y maldiciendo su suerte. Podría ser una vieja pesada. De momento es solo una vieja.

De momento ha elegido compadecerse de mi suegra y llevarle algún helado de vez en cuando. Me parece una buena manera de envejecer. Me trae al fresco si en su subconsciente lo que hace es defenderse de la autocompasión. Ojalá yo envejezca igual.

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