¿Es tan importante el aspecto de un libro?
“En ediciones diferentes los libros dicen cosas distintas.” La frase es de Juan Ramón Jiménez, y me está haciendo pensar. Nunca he creído nada semejante y no soy nada fetichista con los libros pero quizás me paso por el otro extremo.
La escuché ayer en una de esas conferencias de Trapiello que pueden seguirse por Youtube. Y hoy da la casualidad que he vuelto a encontrarla citada en “Las inclemencias del tiempo”. (p. 407) Él por supuesto le da la razón.
Trapiello dice que la edición es como el vestido y lo mismo que consideramos importante el modo como nos vestimos también es importante la edición de un libro. Un colega, para comentar la frase, me cuenta que él se baña desde los 15 años en playas nudistas y ha conocido gente en ellas que no hubiera conocido nunca estando vestido. Somos distintos vestidos que desnudos. Del mismo modo un libro podría ser diferente vestido de un modo que de otro. Lo que no puede estar un libro es desnudo.
Platón nos dijo que las apariencias engañan pero Husserl nos mostró que la apariencia es parte de la cosa. La apariencia es la cosa misma apareciendo. Se supone que el Quijote es una historia, unas frase, pero tiene que aparecer con un tipo de letra, con unos márgenes, un tipo de papel, una cubierta, un tamaño…
El ebook homogeneiza todos los libros. Mi mujer lee novelas en el ebook y nunca me ha dicho que ese vehículo sea un problema.
No he llegado a ninguna conclusión pero desde luego quizás hago mal en despreciar esa parte física que tiene todo libro.
Desde luego el examen de un alumno dice cosas distintas en una letra o en otra. Aunque se supone que... lo que evaluamos tendría que ser indiferente a la letra.
ResponderEliminarA veces se pueden decir cosas interesantísimas con letra de tonto. Pero de primeras y quizás de últimas te parece tonto.
ResponderEliminarEs habitual que los niños superdotados aprendan a leer solos. También podrían escribir pero no tienen ni la coordinación ni la habilidad en las manos suficiente para hacerlo. Digamos que la cabeza les va más rápido que la mano. Esto los frustra y hace que a la larga no les guste escribir o no le pongan mucho empeño en hacerlo correctamente. Como consecuencia, no es raro que los niños superdotados tengan muy mala letra. ( Bueno, Rajoy no entendía su letra pero no creo que sea el caso :-)). O sea, que quizás una letra de tonto puede ser precisamente una letra de listo.
ResponderEliminarEn cualquier caso, tienes razón en que hay letras que predisponen negativamente. A mi me ponen particularmente nerviosa esas letras redondas, las llamadas letras ‘de niña’, con circulitos, en lugar de puntos, en la i y en la j. Además, me llama enormemente la atención que todas las chicas de una determinada edad tengan exactamente la misma letra. Sería curioso que la interacción bloguera fuera cada uno con su letra. Es posible que cambiara algo la percepción que tenemos unos de otros.
Precisamente tengo este año (debía decir tenía) un alumno muy inteligente. La expresión “letra de tonto” la usó una compañera con motivo de este asunto para referirse a su letra. Quizás la explicación sea lo que tú cuentas.
ResponderEliminarA mí no me cae mal esa letra “de niña” que tú dices. Los exámenes se leen solos. Quizás es cierto que les falta personalidad pero para quien tiene que corregir lo que gusta de una letra es que se entienda bien.
Mi letra no es bonita y por eso creo que disfruto escribiendo con el ordenador. Le leí a Trapiello que la perfección de ordenador nos convierte a todos en perfectos cajistas.