24 mayo, 2013

Dos tipos de tranquilizantes


Supongo que si digo que los trastornos mentales son tabú no le descubro nada a nadie. Quiero decir que si cualquiera dice con naturalidad que toma pastillas para la tensión, a la gente no le gusta decir que toma antidepresivos o tranquilizantes.

Estos días, ya lo he dicho aquí, me he tomado medio Orfidal cada mañana para poder funcionar. Y hoy, con tranquilizante y todo, casi me como a dos alumnos. Uno en una clase y otro en otra.

Para relajarnos de modo natural y no abusar de la farmacia nos hemos venido mi mujer y yo esta tarde de viernes al camping que está a cuatro kilómetros de casa. Me siento como nuevo. Ahora mismo estoy sentado a la puerta de la caravana, escuchando los pajarillos, mirando a los jubilados alemanes de la caravana de enfrente y sintiendo la brisa suave de la tarde en la cara. Antes daba el sol en esta zona pero ahora ya son las ocho y aunque hay mucha luz ya estamos a la sombra. Nada más ver la caravana me pongo de buen humor. Funciona mucho mejor que cualquier pastilla, lo que sucede es que es más difícil de administrar: hace falta tiempo libre.

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