DESPEDIDA DE LOS DE SEGUNDO DE BACHILLER

Hoy hemos tenido en el Instituto el acto de graduación de los de segundo de Bachillerato. Los alumnos le dan mucha importancia a este día y lo de vestirse de gala y todo eso les hace muchísima ilusión. Al menos eso parece por el tiempo que los días previos le dedican a hablar de ello.


Yo no tengo mal rollo con los alumnos, a esto ayuda el hecho de que no suspendo mucho pero también mi carácter. En general me encuentro a gusto con ellos y estas simpatías suelen ser mutuas. Sin embargo en el vino español de después solo dos alumnas me han dicho que me hiciera una foto con ellas. Recuerdo que el año pasado me lo pidieron un montón. ¿Será que este año me quieren menos?

Esta noche hay una cena y el año pasado coincidió en viernes, lo que me permitió quedarme hasta bastante tarde. Recuerdo que lo pasé muy bien. También esta vez quiero trasnochar un poco, pero tendrá que ser menos porque mañana tengo clase a primera hora.

Hoy en día apenas salgo de noche, de modo que salir un día es algo especial también para mí. Este día, que es una despedida, se olvidan los malos momentos y aunque sea un poco ficticio se crea un clima afectuoso entre profesores y alumnos. A veces ellos creen que son únicos, que su promoción es la mejor, que son muy especiales para sus profesores. Nosotros sabemos que ellos son solo una hornada más y que tras ellos vendrán otros y que todos se creerán únicos. Pero es muy agradable que quieran compartir su alegría con nosotros y yo me dejo embriagar por ese clima de fraternidad entre todos sin importarme que unas horas después todo se disolverá en nada.

Se me hace tarde. Tenía pensado no beber vino durante la cena. Pero ahora estoy dudando. El alcohol es un facilitador para estas cosas. Voy a pensarlo por el camino.