01 marzo, 2013

Dios dormido




“Las aguas bajaban agitadas y Dios parecía dormido.”

Es el título que recoge El País del último discurso del Papa.

Creo que no me equivoco si digo que es más que probable que la frase tiene como fondo un pasaje del Evangelio de Marcos en el que Jesús duerme mientras todos están en peligro. Supongo que en los próximos días alguien hará referencia a ello, si no lo han hecho ya.
Yo quiero presumir de que también conocía ese pasaje.

El pasaje es éste.

"Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya comenzaba a inundarse. Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, así que los discípulos lo despertaron.  —¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos? Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar:  —¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo. —¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía no tienen fe?  Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: —¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?»


Un compañero mío (sin recordar este pasaje) comentaba esta mañana la frase. Le parecía muy fuerte.

Si uno quiere frases fuertes no hay ninguna mejor que la de Jesús en la Cruz: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

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