17 diciembre, 2011

El poder de la trama. "Fuera de serie" de Malcom Gladwell.

Con motivo de una serie de post de Pseudópodo  cuelgo en blog algo que escribí en el verano sobre el libro “Fuera de serie” de Gladwell.
La explicación que solemos darnos para los “fuera de serie” (es decir las personas excepcionales que destacan muchísimo en alguna faceta de la vida) es personal e individual. Creemos que han triunfado por meritos exclusivamente propios: por su talento y por su esfuerzo.  En este libro se presta atención a otros factores importantísimos en el triunfo del “fuera de serie”.



La gente no se eleva de la nada. Sí, debemos algo a la familia y al patrocinio. Tal vez parezca que a una persona que está de pie ante un rey lo hizo todo por sí misma. Pero de hecho, es invariablemente un beneficiario de ventajas ocultas, ocasiones extraordinarias y herencias culturales que le permiten, trabajando duro, aprender y comprender algo del mundo que está fuera del alcance de los demás. También marca una diferencia dónde y cuando nos criamos. La cultura a la que pertenecemos y la herencia de nuestros antepasados conforman el modelo de nuestros logros de maneras que no podemos imaginarnos. En otras palabras, no basta con preguntarnos cómo es la gente que tiene éxito. Sólo preguntándonos de dónde son podremos desentrañar la lógica que subyace a quien tiene éxito y quién no.




Los biólogos suelen hablar de “la ecología” de un organismo: el roble más alto del bosque es el más alto no solo por haber nacido de la bellota más resistente, sino también porque ningún otro árbol le bloqueó la luz del sol, porque el subsuelo que rodeaba sus raíces era profundo y rico, porque ningún conejo le mordisqueó la corteza cuando era un tallo joven ni ningún leñador lo taló antes de que madurara. Sabemos que la gente exitosa viene de semillas robustas. Pero ¿sabemos bastante sobre la luz del sol que la calentó, del suelo en el que hundió sus raíces y los conejos que tuvo la fortuna de evitar? Este no es un libro sobre árboles altos, es un libro sobre bosques.

Tras esta introducción que copié del libro en el verano tendría que haber aquí una explicación resumida de los diferentes nudos de la trama que hace posible a los “fuera de serie”. Pseudópodo insiste (en la serie de post a los que me refería) en la importancia de la trama, es decir del sistema. El libro de Gladwell hace lo mismo con respecto a los “fuera de serie”.
Habría que haber hablado de cómo la valoración del esfuerzo que se da en grandes zonas de China donde se cultivan los arrozales genera personas que no cejan a la primera dificultad en los problemas de matemáticas y de qué modo eso les lleva a tener muy buenos resultados en esa materia. No se trata de su inteligencia individual sino de la actitud social ante las dificultades que han heredado de una historia milenaria dedicados al cultivo del arroz.
Decisiva también con respecto a estos buenos resultados es el idioma chino con respecto a los números.  Por lo visto en el modo de nombrarlos en chino hay ya mucho ganado por ejemplo para el dominio de los números fraccionarios. No se trata entonces tampoco de su inteligencia individual sino del instrumento lingüístico heredado que les facilita las cosas.
Habría que haber hablado de cómo determinados sistemas sociales generan deportistas excelentes creyendo que descubre “genios individuales”, cuando en realidad estudiando las fechas de nacimiento de los mejores jugadores de Jokey en América descubre que el propio sistema de selección es decisivo en su surgimiento. Sin ser muy consciente del filtro que él mismo crea el sistema escoge desde muy pequeños a los mejores, normalmente los más grandes de cada curso –los nacidos en los primeros meses del año- y los entrena con especial dedicación. De esta manera si se estudian las estadísticas de los mejores jugadores (supuestamente genios individuales) se descubre que en su gran mayoría nacieron –qué casualidad- en los primeros meses del año. Otra vez el poder de la trama.
Habría que haber hablado de cómo se consiguieron enormes mejoras en el rendimiento de los alumnos de una escuela marginal americana por un sistema muy simple: suprimiendo o reduciendo al mínimo las vacaciones de verano. Durante las vacaciones estivales los alumnos retrocedían todo lo que habían avanzado durante el curso. Estos estudiantes no mejoraron porque fueran más listos que los de otras escuelas en barrios periféricos. Otra vez fue el poder de la trama.

Habría que haber citado también este texto de Gladwell.



“¿Existe el talento innato? La respuesta es sí. (…) El éxito es talento más preparación. El problema de este punto de vista es que, cuanto más miran los psicólogos las carreras de los mejor dotados, menor les parece el papel del talento innato; y mayor el que desempeña la preparación.”  Una vez que una persona tiene una inteligencia suficiente lo que diferencia realmente a unas personas de otras es el tiempo que dedica a su preparación.  Y los maestros le dedicaron para llegar a serlo mucho tiempo. Algunos estudios indican que para llegar a ser un verdadero maestro en algo hace falta 10.000 horas de práctica.”

Galdwell estudia como las personas que triunfaron son aquellas que estuvieron en el lugar adecuado en el momento adecuado para conseguir esas 10.000 horas de práctica. Y estudia así a Bill Gates que accedió a la posibilidad de usar un ordenador (cuando existían muy pocos) un montón de horas en un momento determinado de la historia de la informática. Y también habla de los Beatles a los que la vida y la necesidad llevó a tocar y tocar juntos en sesiones interminables mucho antes de que consiguieran despuntar y crear las canciones que luego los harían famosos.

He resumido todo esto de memoria y posiblemente con algunas imprecisiones. Lo he hecho porque quería unirme con alguna aportación a la interesante serie de Pseudópodo.
El libro de Gadwell es muy interesante y agradezco a Pseudópodo que me lo sugiriera.

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