09 septiembre, 2011

Políticos torpes azuzan la huelga.

Esperanza Aguirre con torpeza ha echado más leña al fuego del descontento. ¿Le sale políticamente rentable hacer demagogia con eso de que “muchos madrileños trabajan más de veinte horas”?

¿No era suficiente mostrar la verdad de las cosas para deslegitimar la huelga? ¿No bastaba con explicar con precisión –como le he visto hacer a su atractiva consejera de Educación- cuál es el cambio en el horario que van a sufrir los profesores? Tuvo que meter la pata y cargarlos de razón, poner el dedo en la herida de su mala fama (en el sentido de que trabajan poco) y soliviantar a los indecisos a la huelga.

Pero permitanme hacer lo que mejor se hacer. Perderme el respeto a mi mismo. Veamos. ¿Es cierto que los profesores trabajan poco?

Día 1. Jueves. No tengo convocados exámenes ese día. No voy al Instituto. Sólo van los encargados de las asignaturas que hay convocadas ese día. Me pagan como un día normal de trabajo.

Día 2. Viernes. Voy por la tarde a las 5. Estamos dos horas en el aula examinando otra profesora y yo. Los exámenes ya fueron elaborados en junio. Luego paso como otra hora corrigiendo pero en septiembre yo tengo pocos alumnos suspensos, quizás a otros les lleve más tiempo. Me pagan como un día normal de trabajo.

Día 5. Lunes. Me equivoco y voy a las 16:30 al instituto pensando que hay reuniones de evaluación. El conserje me explica que son al día siguiente. Hay otros profesores examinando de diferentes asignaturas. Me vuelvo a mi casa. Me pagan como un día normal de trabajo.

Día 6. Martes. Esta vez sí que tengo que evaluar. Llego a las 16:30 y estoy hasta las 19:30 o las 20:00. Son reuniones de evaluación. Me toca coordinar uno de los grupos de primero. Puede ser una tarde aburrida pero no estresante. Me pagan como un día normal de trabajo.

Día 7. Miércoles. Tengo que entregar notas a mi grupo. Voy a las 9:30, recojo los boletines en secretaría y firmo cada uno de ellos. A las 10 los entrego. Hablo un ratín con un padre que ha venido en lugar de su hijo. Una niña a la que le han suspendido la única que tenía llora delante de mí y entre sus dos amigas y yo la consolamos. Luego hablo con otro profesor para que les enseñe el examen a unos alumnos. Me revienta alguna tontería que dice pero me muerdo la lengua. Son las 11:30 cuando termino la jornada y me voy a casa. Tengo que estar pendiente porque hoy es jornada de reclamaciones hasta las 14:00. Yo no voy a tener ninguna pero si hubiese el departamento tendría que juntarse por la tarde para resolverlas antes de las 19:30. No hubo ninguna. Me pagan como un día normal de trabajo.

Día 8 (jueves) a 11 (domingo). El 8 es fiesta en Salamanca. El viernes 9 por la tarde los jefes de Departamento tienen una reunión importante pero yo no soy jefe. Esto hace posible que tome el primer puente del curso y el último del verano. Con mi mujer (también profesora) hago la última escapada a un camping de Mijas, Málaga. Cuatro días incluidos los de viaje. Todos los días comemos y cenamos fuera. Fuera de la tienda quiero decir, en una mesita con sillas plegables. Nada de mariscadas o restaurantes caros. No trajimos la caravana porque solo se puede ir a 80 y el viaje era largo. Después de cenar vamos con el coche a Marbella. Allí si hay quien cena al borde del mar. Nos consolamos pensando que solo salen una vez al año. Si tienes muchas vacaciones y sales por ahí un montón de veces no puedes en cada salida tirar la casa por la ventana. Esa noche nosotros fieles a “las tres pes”. Pasear, pipas y “pa casa”.

El viernes 9 en teoría había reclamaciones de alumnos. Yo no iba a tener reclamaciones por eso no fui. Quizá hubieran podido llamarme desde el Instituto si hubiera habido algo raro y quizás hubiera podido tener un lío por no poder acudir desde Málaga. Me arriesgué y tuve suerte. También ese día 9 viernes me pagaron como un día normal.

Este post es una muestra de lo que nunca debe decir un profesor de instituto pero yo soy un poco kamikace y nadie lee este blog. Si quieres hacer notar en una conversación normal este tipo de cosas los amigos que tienes dentro del gremio los pierdes de inmediato. Y los que tienes fuera también porque nada es peor que la envidia.

¿Necesitaba Esperanza Aguirre, mintiendo burdamente, dar a entender que los profesores solo trabajamos las horas que damos clase?

Dicen que la carta de Esperanza Aguirre tenía faltas de ortografía. Lo reconozco, la escribí yo.

7 comentarios:

  1. Loiayirga, eso de que nadie lee este blog... Imaginate que dedico un post a enlazar este tuyo y comentarlo. Entonces, te lo menean y llega a portada. Tienes 4000 visitas en un día, muchas de colegas indignados que quieren saber quien eres y te llaman de todo en los comentarios. Y finalmente, El Mundo cita tu post como ejemplo de lo que piensa la mayoría silenciosa de profesores, y hasta Esperanza Aguirre lee tu post y hace una no muy velada alusión que reproducen todas las televisiones...

    ¿Hace?

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  2. Me has hecho soñar durante un rato largo con tu cuento de la lechera y no sería yo quien te impediría hacer publicidad de mi blog. Aunque no estoy seguro de querer que se cumpla. Tu oferta me recuerda un poco la del demonio tentando a Jesús (salvando las distancias): “Si me adoras todo esto será tuyo”.
    En realidad me siento como una especie de esquirol, un traidor al grupo que comienza a revelar secretos que solo conocen los iniciados. Como si estuviera haciendo algo que no está bien. Poca gente quiere vivir en la verdad de las cosas.

    Al mismo tiempo me has hecho pensar que algo como lo que yo digo es insólito y sería noticiable.

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  3. Yo creo que el sueldo del trabajador debe atribuirse a la disponibilidad que hace de sus habilidades/conocimientos/cualidades en un determinado horario no al tiempo efectivo en que las usa. Por eso a un médico de guardia le pagan aunque esté viendo la TV mientras no vengan pacientes. Y le pagan al obrero que sujeta la escalera mientras el compañero sube a reparar la farola averiada.
    Casi todos los trabajos tienen una parte de trabajo, digamos, dura y otra parte mucho más llevadera en la que el trabajador tiene sus cualidades “en espera” (y por tanto no podría ser reemplazado por nadie). Y cada trabajador conoce cúal es el equilibrio que hay entre ambas en su trabajo y se supone que también los que les contratan saben que ese equilibrio se respeta.
    En el caso de los profesores parece que el contratista estipuló que el equilibrio era de entre 18 y 21 horas lectivas (más vacaciones) pero también parece que el tiempo hizo que los trabajadores asumieran las 18 como la situación equilibrada. No es raro que el cambio les escueza. Posiblemente la manera de solicitarles hacer que cumplan 20 horas influyen mucho en su escozor. No es lo mismo que te digan que debes hacer un esfuerzo por tales razones o que te exijan que hagas un esfuerzo porque lo dice la ley

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  4. Parte del problema es la protesta de los interinos, unos cuantos de los cuales se van a quedar sin trabajar.

    Y, al igual que Loiayirga podría dar el ejemplo de mi señora en sentido contrario. Como secretaria de un CEPA sin administrativos colabora en la matriculación de los alumnos, lo que implica mucho trabajo y desde el primer día de septiembre.

    Por otro lado, yo fui profesor durante una año de mi vida y aseguro que para mi, una de las horas de clase equivale como a tres de otro tipode trabajo que no sea cara al público. No cambio mi trabajo de ahora por el de profesor a pesar de todas las horas y de todas las vacaciones.

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  5. Hola Loia. No sé como es que no colaboras ya en Delitos Diversos, con lo valoradas que son tus intervenciones.

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  6. Sarapo, no se trata de no sentirme valorado. Se trata de la limitación del tiempo como ya expliqué cuando me despedi.

    Yo tiendo a perder mucho tiempo delante dle ordenador. Si me autocensuro y limito mis intervenciones en su blog gano un montón de tiempo. Tiempo para escribir en el mio, por ejemplo.
    ¿Lo entiende?

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  7. Heptafon, los jefes (el secretario forma parte del equipo directivo) tienen muchísimo más trabajo en Septiembre que en el resto del curso. Al contrario que el resto de los profesores. Mañana empiezo mi trabajo en serio: el trabajo con alumnos.

    Elías, hay mucha gente que le tiene ganas a la Aguirre, haga lo que haga. Tengo dudas sobre si se hace para proteger la Educación.

    Es verdad lo que dices entre las dos partes de un trabajo. Lo que no está claro es cual debe ser el equilibrio entre ambas. No estoy seguro pero creo que hace 40 años los profesores trabajaban muchísimas más horas con alumnos y no por eso educaban peor.

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