20 junio, 2008

CARAVANA 1

Conocéis la metáfora de la bola de nieve. ¿no?
Algo que parece no tener mayor importancia va creciendo y creciendo...

Mis cuñados se compraron un carro-tienda. Nosotros que somos bastante gorrones para esas cosas en seguida nos apuntamos.
- “Eso es muy sencillo”. Dijo mi concuñado. “Sólo tienes que poner “la bola” y yo te lo dejo cuando quieras.”
La bola es el enganche y parecía que por el tamaño sería barato. ¿Qué podían ser? ¿60? ¿100 euros? Resulta que te tienen que cambiar todo el parachoques trasero y la broma nos salió por 400.

Cuando quisimos salir las vacaciones siguientes la conversación con mis cuñados fue algo así:

- Pues va a ser imposible. Resulta que hace dos días abrimos el carro-tienda y está horroroso. Todo lleno de moho. Resulta que la ultima vez lo guardamos mojado de la lluvia y requiere una limpieza a fondo. Está fatal.

Teníamos coche con enganche pero no teníamos carro-tienda.

Había que amortizar el gasto.

Saber Pilar que una compañera suya tenía una caravana y comenzar a mirar precios en internet fue todo uno. Comenzó con las de segunda mano, poco a poco para no asustarse, pero luego se fue animando y ahora tenemos una Knaus nueva de 14.500 euros y nos vamos a Venecia en la primera quincena de Julio.

¿Qué os dije de la bola de nieve?

Al final seré yo el que se la tenga que dejar a mis cuñados.

4 comentarios:

  1. Creo que la única ciudad del mundo donde no puedes meter una caravana es Venecia. Aunque es la ciudad más bonita.

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  2. ¡Caramba! Pipurrax, ¡cuánto tiempo sin verte por aquí!

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  3. Salamanca Venecia ida y vuelta son 4000 kilómetros, pedazo de paliza.

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  4. Es que en Venecia no se pueden meter coches... A no ser que tengas una caravana anfibia.

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