MÁS PLATÓN Y MENOS PERIÓDICOS
Hay lecturas avaladas por la historia. Se supone que recogen enseñanzas que la humanidad considera valiosas y que son referente para muchos, textos consagrados por la historia que mantienen su actualidad.
Hay otras lecturas pasajeras, insustanciales, diarias, circunstanciales, que no van a ningún sitio pero llenan mi tiempo. El periódico, por ejemplo. ¿Merece la pena leer el periódico?
¿Merece la pena leer novelas? No me refiero a leer novelas clásicas como los hermanos karamazovs o Madame Bobary. Me refiero a las múltiples novelas que se escriben día a día.
Si lo razonable sería leer lecturas eternas ¿por qué pierdo el tiempo leyendo lo que no debo?
Lo mismo me sucede con el cine. Veo más películas de actualidad aunque no sean gran cosa que cine clásico. Y lo cierto es que son muchas las películas clásicas que me gustan pero en la práctica acudo más a ver a la actriz de moda o al último premio publicitado que a Ford o a Bergmang.
Por cierto una película clásica que es una maravilla. Y no me parece que sea muy conocida: MARTY (1955) Aunque la he buscado en Google y resulta que le dieron cuatro oscar.
Directed by Delbert Mann. With Ernest Borgnine, Betsy Blair, Esther Minciotti.
Marty es un carnicero italo-norteamericano que convive en el barrio neoyorquino del Bronx junto a su posesiva madre. Soltero a sus treinta años su timidez y torpeza con las mujeres le hace creer que nunca iniciará una relación amorosa. Por insistencia de su madre, sale una noche para bailar y conoce a Clara una profesora tan insegura y tímida como él…
