07 enero, 2008

EN WATERLOO STATION

Estoy en Waterloo station, estación del tren de cercanías que enlaza también con el metro en la que hay unos servicios estupendos, me refiero a los retretes. Hay que pagar para acceder pero son estupendos. La primera vez que llego no entiendo el rótulo que pone a la entrada, delante de la maquinita que permite pasar de uno en uno si introduces en la ranura la cantidad correspondiente. El cartelito dice así: 2x10p 1x20p
La “p” sé que son los peniques, pero lo que no entiendo es lo otro. ¿Cómo es posible que dos personas cuesten diez peniques y una sola el doble? ¿Cuál es la extraña razón por la que quieren favorecer que la gente vaya en parejas?

Sin terminar de entender lo que dice el rótulo me entrego a la aventura de buscar las monedas correspondientes. No me he preocupado de familiarizarme con las monedas inglesas y aprender sus correspondientes tamaños pues hasta ahora he pagado con billetes. Para más inrri, es el primer día aquí y tampoco he tenido la previsión de sacar y guardar mis monedas españolas en la maleta, hasta que vuelva a España, y ahora están mezclados euros y libras en mi monedero. Si ya me costaría bastante identificar cuál es la de 20p en condiciones normales sacando además monedas de 10 y 20 céntimos la tarea me lleva bastante tiempo. Tanto, que cuando llevo un minuto o dos con el monedero abierto buscando la cantidad adecuada un señor muy amable me toca en el hombro y me ofrece una monedita. Yo le enseño la que tengo en la mano, como suponiendo que lo que quiere es facilitarme el cambio adecuado, él me dice que use la suya y que “no problem”. Le doy las gracias en un perfecto inglés (cenquius) como corresponde a alguien que estudió esa lengua durante todo el bachillerato, amén de un curso entero al hacer magisterio. Luego hecho su monedita sin mirar (debe ser de 20) en la ranura y sólo cuando ya he aliviado mi vejiga me doy cuenta de lo que en realidad quería decir el cartel: 2x10p 1x20p: Dos monedas de 10 o una de 20.

Para mi sorpresa un único grifo en cada lavabo y el agua que sale es caliente. ¡Qué fuerte! Agua caliente sin que la pidas. Me parece un despropósito.

Todos hablando del cambio climático pero supongo que en un futuro no lejano cualquier servicio público que se precie querrá tener agua caliente. Más adelante constato que aquí en Londres esto es algo habitual. También en el Bristish Museum la ofrecen, eso sí, te dicen que el agua de los lavabos no es potable.
Agua caliente innecesaria, como Al Gore se entere cierra todo el underground inglés.

8 comentarios:

  1. A mí me hizo mucha ilu saber que el underground no era ser un friki.
    Recuerdo que quise ir a ver a Turner y un compa se apuntó no sin antes preguntar si yo dominaba el inglés "Naturalmente" Levanté la mano y paré un taxi. Por la ventanilla le enseñe mi guía y señale el Tate y con las dos manos hice un gesto inequívoco de que tirara p'allá. Asintió y le dije al colega ¡Ves! No paró de reirse en todo el trayecto.

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  2. En mi imposible defensa he de decir que soy un señor mayor que estudió latín en primaria y Francés en el bachiller, poco.

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  3. Y que fue a Inglaterra a un Congreso de Psiquiatría.

    Elemental querido Watson.

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  4. Anónimo8/1/08, 0:57

    No (sí lo dice por mí) y le ruego que preste más atención a lo que escribo, Devisita. No soy PSI.

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  5. Anónimo8/1/08, 9:14

    Pero sí médico, ¿o tampoco?
    Colegas, compa...

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  6. si favoreciesen de esa manera las parejas cabría decir que fomentan la homosexualidad.

    A veces prefiero pagar un poco y encontrarme con un servicio en condiciones que no pagar y tener que ir de puntillas sobre un charco de líquido inidentificable donde no hay agua ni puerta, situación que se puede encontrar en este nuestro país.

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  7. Hombre, Loias con el puntillo cateto que tiene no me extraña que le cueste viajar. Aunque yo también lo tengo y me gusta. En París hace años en un restaurante mi mujer viene del servicio y me dice que vaya yo a ver esa maravilla. Sin ganas voy y resulta que el asiento del WC cuando tiras de la cadena se empieza a mover solo para limpiarse. Regreso a la mesa con la sensación de haber visto algo tan extraordinario como El Louvre, y menos cansado, oiga.

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  8. Sí, de tórax las cosas, currante en infecciosas ahora.

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