02 septiembre, 2007

...PORQUE DIOS NO QUIERE

Mi niña se había marchado en autobús el día anterior con su prima y su abuela. Mi mujer y yo hacíamos el viaje con el coche cargado hasta arriba y mi hijo, que en contra de lo que podría esperarse viene de buen humor en la vuelta a Salamanca tras las vacaciones de verano. Esto le hace estar hablador y extrovertido.

Durante muchas semanas ha guardado un gran secretismo sobre sus actividades de ocio fuera de casa pero hoy se le suelta la lengua. Sin pensar demasiado en nuestra posible reacción cuenta algo que vosotros juzgareis qué os parece.

Uno de sus conocidos, amigo a su vez de un amigo madrileño, tiene carnet de conducir y coche. Es algún año mayor que mi hijo, quizás dos. Dice que se montó con él en el coche porque no bebe cuando conduce. Hasta ahí todo parece muy prudente.

Pero luego cuenta como cambian de piloto con el coche en marcha y avanzando por la carretera. El conductor sale por su ventana y entra por la otra. Sí, habéis leído bien. El conductor sale por su ventanilla, se sube al techo, y en unos segundos entra de nuevo por la del copiloto. Mientras, éste toma el volante y se pasa al asiento del conductor que quedó vacío.

Pese a nuestra natural alarma da más detalles.
- Lo hizo cuando íbamos a muy poca velocidad.
- ¿Y no lo ve la gente?
- Era de noche.

“Tienen un ángel de la guarda” dicen las madres en los parques cuando ven a sus hijos pequeños exponerse en los columpios a peligros sin cuento. “No pasan más cosas porque Dios no quiere” dicen otras.

Le insisto que me parece peligrosísimo.

Lo que sigue contando se supone que es para tranquilizarnos.
- Tiene experiencia porque lo ha hecho muchas veces. Yo no lo había visto porque con este coche, que es nuevo, ya no lo hace nunca, aunque ese día lo hizo. Es que el nuevo no quiere abollarlo. Una vez con el viejo se cayó desde el techo, pero no le pasó nada.

En este fragmento de la película “Leolo” se explica algo parecido. Los padres no conocemos cuales son los peligros que realmente corren nuestros hijos. Las imágenes se ven mal pero el sonido merece la pena.









Al final de la secuencia, en el video ya no se ve, el niño va a violar a un gato que está atado a la mesa. La voz en off dice que Milú, el perro de Tintín, tuvo mucha suerte por no ser vecino suyo.


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Con la guerra que he dado con ello, si ahora os digo que no pude subir a Cinco Lagunas porque amenazaba tormentas alguno me mata. Pero así fue.

3 comentarios:

  1. Si es verdad eso que cuenta mi sobrino... vas a tener que "leerle la cartilla" y explicarle que según qué cosas, en los coches y de noche es mejor no hacerlas (por contarlo con algo de humor), que la vida es muy bonita vivirla y no quedarse en alguna de esas carreteras (ayer decían los letreros lumiosos de la DGT en las carreteras que desde el 1 Enero de este año van ya 1.834 muertos, como en la guerra de Irak casi casi).

    Por cierto, bienvenido tras las vacaciones (se pasaron los 2 meses... estamos esperando tu valoración post-vacacional, espero que no tengas la temida depresión post-vacacional). A ver si te podemos seguir leyendo, porque si todos sigue así, de hoy en una semana (lunes 10 SEpt), nos vamos a hospital a ser padres de Andrea, que ya la tenemos "pidiendo pista".

    Saludos, Jesús

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  2. Jesús, que todo vaya bien con Andrea. Espero que el parto sea corto y su madre no lo pase mal(¡ni su padre!).
    Los hijos dan guerra y preocupaciones pero, por lo que a mí respecta, no he hecho nada mejor en la vida que tenerlos.

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  3. Anónimo4/9/07, 1:31

    que se maten ellos dentro del coche, allá él, tu verás como concienciarle de que la vida es muy bella, corta... bla bla bla pero hay que concienciarles tambien que con graciosos como esos, otros inocentes POR SU CULPA mueren y dejan SU vida bella, SU CORTA VIDA y bla bla bla. Cuando conducimos llevamos una máquina de matar.

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