FINAL DE ETAPA
Hoy hemos tenido en mi centro el claustro de fin de curso. Muchos institutos lo tienen mañana. He dejado puestos los exámenes para septiembre. He hecho esta mañana el acta de la evalución del grupo del que soy tutor.
Se acabó el curso. Manaña no tengo que volver. Me siento vacio. No me lo creo. No estoy eufórico. He estado esperando tanto tiempo y con tanta gana que debería ser un día especial.
“Ay del pobre peregrino
que se sienta a caminar
justo al final del camino
ante el horror de llegar.”
Mi trabajo tiene una ventaja enorme. Es cíclico. Todos los cursos tienen un comienzo y un final. En esto creo que se diferencia de otros muchos. Además las vacaciones son muy amplias y tienes tiempo de sobra para olvidarlo todo, para renovarte completo. Muchas veces vuelves con ganas de recomenzar.
De algún modo lo malo que has hecho se borra cuando termina el curso. Todo queda perdonado con el cierre de la evaluación final. Tras el verano empiezas de cero, como el que comienza cuaderno nuevo. Puedes a partir de ese día hacerlo todo perfecto.
Aunque el simil no es bonito, es exacto: Acabar un curso es como tirar de la cadena.
disfruta tú que puedes.
ResponderEliminar¡Cómo viven los teachers!