FICCIÓN (Cualquier parecido con la realidad...)
Desconozco qué tal se os dan a vosotros las faltas de ortografía. A mí muy bien. No necesito especial entrenamiento para cometerlas y me sale naturales desde muy pequeño. Es un don que Dios me ha dado, lo mismo que a otros les da buena vista.
Y se trata de una gracia que me ha abierto muchas puertas, sobre todo en el mundo académico. Os cuento un ejemplo.
Para formar a los “Responsables de medios audiovisuales” que este año ha nombrado por primera vez la Junta de Castilla y León asistí a dos microcurso-convivencia, uno en Valladolid y otro en el Espinar. El primero fueron dos días enteros, con sus noches, y conocí gente de Burgos y Soria, algunos muy simpáticos. El segundo fue más breve, sólo duró un día y aunque eran dos conferencias y una reunión, todos los “responsables” de una misma provincia nos sentábamos juntos en torno a una mesa, con lo cual conocí, aunque muy poco, a mis compañeros de Palencia.
Nos fuimos de aquella reunión con la promesa por parte de los organizadores de que abrirían un foro en Internet para que todos los participantes compartiéramos los problemas que encontrábamos en nuestros centros. Ya en casa, pasados unos días, no conseguía encontrar en la web de Castilla y León el prometido foro. Gracias a que había tomado apresuradamente el correo electrónico de cinco o seis de los asistentes de Palencia (como si no hubiera diferentes nombres de mujer en el mundo dos de ellas se llaman Cristina) resolví escribirles y preguntar por dónde demonios se entraba en la página prometida. En caso de que existiera.
De los seis correos que mandé (éramos doce en la mesa, pero no había cogido todas las direcciones) sólo recibí una respuesta: la de una tal Cristina Fortes. Muy amable y correcta en su redacción, me explicaba en qué dirección estaba lo que buscaba y me invitaba a que nos “vieramos” por allí. Se refería al foro.
Naturalmente respondí con un correo muy agradecido haciendo gala del gracejo que me caracteriza que aunque me esté mal el decirlo se agudiza si la persona con la que hablo es una mujer.
En la última línea de ese “mail”, amiguitos, y aquí viene la pifia ortográfica, no sabiendo cómo terminarlo y como siempre tengo que hacer un poco el oso, se me ocurrió poner “muchas cenquius again” en lugar de “muchas gracias otra vez”. Con tan mala fortuna que me hice del encéfalo un ovillo y al ser la primera ocasión que escribía aquello puse “muchas cencius”. Confundiendo el sonido de la “c” con el sonido de la “qu”, que ya hay que ser burro. ¡Dios mío, que horror! El caso es que al día siguiente releyendo lo enviado, al descubrir el error, lleno de vergüenza, pensé que aquella profesora iba a creer que la licenciatura me la habían dado con el periódico del domingo. Para arreglarlo un poco le escribí lo que sigue:
“Fe de erratas: “Puse "muchas cencius" donde debí poner "muchas cenquius". A veces en castellano se me pasa alguna falta de ortografía y no le doy demasiada importancia pero cuando escribo en inglés me gusta escribir todo correctamente”.
La broma no tiene demasiada gracia pero no sé por qué me da en la nariz que esto puede ser el comienzo de una larga amistad. O del rollo de una noche. Para qué os voy contar si nos conocemos todos, ya sabemos como va esto, y el que no lo hace a la entrada lo hace a la salida.
En el próximo encuentro (nos convocarán otra vez en el último trimestre y espero que haya que hacer noche), ya me lo estoy imaginando. Lo típico, ella, “muy simpáticos tu correos”, y yo, “¿te hizo gracia?”, ja, ja, ja, ji, ji, ji, zumba y dale, y una cosa lleva a otra... Que la tengo en el bote, en una palabra.
Lo más de peor es que había dos Cristinas entre las responsables de Palencia y os prometo que me es imposible recordar si Cristina Fortes, era la que me gustaba o la que no.
La expresión “lo más de peor” se la he tomado prestada (o se la he robado, como queráis) a la entrañable Avería. Si ella no leyera esto por mí no os ibais a enterar que no es invención mía. ¿No os parece una expresión muy divertida?
ResponderEliminarA propósito de los hijos, las faltas y el inglés:
ResponderEliminarin the jungle
Si es que, los que nacéis guapos y ligones.... eres un gigoló (sin cobrar, claro)!.
ResponderEliminarSaludos, Jesús
"ana dijo...
ResponderEliminarMe ha parecido muy lograda la alegoría: creo que ganas mucho cuando pones la etiqueta "personal".
Te agradezco mucho este comentario, por eso lo reproduzco ahora.
Los que responden a mis comentarios políticos me animan a seguir escribiéndolos.
Cuando escribo cosas "personales" creo que los que respoden a los anteriores no saben qué comentar. Con lo cual a veces parece que escribiera para nadie.
Por eso te agradezco más ese comentario.
En Arenas, con Jesús Marchamalo y Mario Merlino, nos echamos unas risas con las antologías de disparates. Ya sabes que me encantan. Mira la última, de mi amigo Alberto: "¿Estabas ejerciendo tu derecho al bótox?"
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