NACIONALISMOS Y MODERNIDAD
La ilustración del siglo XVIII quiso hacer una ética universal. Era la obra del Kant. Su ética debía de servir para cualquier persona con independencia de su sociedad, su raza o su tiempo. “Obra de tal manera que puedas querer que la máxima que guía tu conducta se convierta en ley universal”. Las morales anteriores señalaban comportamientos virtuosos que estaban ligados a determinadas sociedades y costumbres, no podían trasladarse con facilidad a otro contexto. La burguesía del XVIII concibe un hombre cosmopolita que puede ser cualquier ciudadano de una república democrática.
En el XIX las ideas marxistas eran universalistas. Por eso formaron “La Internacional”. Para los revolucionarios las fronteras siempre estuvieron mal vistas.
Cuando yo era pequeño mi padre nos ponía un disco de Soledad Bravo que decía:
"Entre tu pueblo y mi pueblo
hay un punto y una raya
la raya dice no hay paso
el punto vía cerrada.
Caminando por el mundo
se ven ríos y montañas
se ven selvas y desiertos
pero ni puntos ni rayas.
Porque esas cosas no existen
sino que fueron trazadas
para que mi hambre y la tuya
estén siempre separadas".
Nos explicaba que el punto y la raya hacía referencia a los signos que separan los países en los mapas.
Creo que era Ibarra (o quizás Bono) el que decía, haciendo referencia a los separatismos dentro de España, que el que quiere comer aparte es que quiere comer más.
En el XIX las ideas marxistas eran universalistas. Por eso formaron “La Internacional”. Para los revolucionarios las fronteras siempre estuvieron mal vistas.
Cuando yo era pequeño mi padre nos ponía un disco de Soledad Bravo que decía:
"Entre tu pueblo y mi pueblo
hay un punto y una raya
la raya dice no hay paso
el punto vía cerrada.
Caminando por el mundo
se ven ríos y montañas
se ven selvas y desiertos
pero ni puntos ni rayas.
Porque esas cosas no existen
sino que fueron trazadas
para que mi hambre y la tuya
estén siempre separadas".
Nos explicaba que el punto y la raya hacía referencia a los signos que separan los países en los mapas.
Creo que era Ibarra (o quizás Bono) el que decía, haciendo referencia a los separatismos dentro de España, que el que quiere comer aparte es que quiere comer más.
Sólo Zapatero entiende que es natural que la izquierda pacte con los nacionalismos.
Estoy de acuerdo con tu análisis.
ResponderEliminarNo con la última frase.
Ya nos gustaría que sólo fuera Zapatero. Son legión los que se dicen de izquierdas y no pactan sino que son nacionalistas.
Conservar las tradiciones, lo que siempre ha sido nuestro pueblo, lo que heredamos de las generaciones anteriores, lo que siempre fuimos.
ResponderEliminarLo natural es que todo esto fuera propio de un conservador. ¡Qué me aspen si lo entiendo!
Cito otra bonita canción:
ResponderEliminar"Veo casa, veo piedras,
veo árboles, veo policía,
en fin, veo el paisaje,
pero por mucho que miro
no veo crecer países
Por ninguna parte."
acaban remachando "un patriota, un idiota".
Llama la atención que casi siempre sean los ricos los que quieren separarse de los pobres, ya sea La Moraleja de Alcobendas, Flandes de Bélgica, el norte de Italia del Sur y los casos locales no los cito, por ser de todos conocidos.
Se me ocurren excepciones, (Eslovaquia de Checoslovaquia), pero este es un país que tenía 80 años...
¿alguien apuesta una cena a que el Sr. Rajoy (no de izquierdas, precisamente) cuando "empate" en las próximas elecciones generales (Marzo 2008) va a pactar sin ningún problema con los nacionalistas de CIU o PNV (el que se ponga mejor)?.
ResponderEliminarLo malo de la política y los políticos es que la historia y la memoria deja a cada cual en su lugar.
Recordar, como no, cuándo el Sr. Aznar gobernó su primera legislatura (cuando le hizo falta) con el PNV.
Creo que los HECHOS hablan más y mejor que las OPINIONES.
Saludos, Jesús