27 mayo, 2018

SOBRE EL PRESENTE.



Libro VIII. 36. Que no te confunda la idea que te hayas hecho de tu vida. No cuentes en conjunto las dolorosas pruebas que sin duda habrás de sufrir, sino formúlate la siguiente pregunta a medida que se te vaya presentando: ¿qué es lo que en este momento presente me resulta insoportable o intolerable? Te dará vergüenza saberlo. Recuerda luego que lo que nos pesa no es el futuro ni el pasado, sino siempre el presente. Pero ello se reduce casi a nada si lo aíslas y lo sometes a tu capacidad reflexiva: ¡a ver si no vas a poder soportar una carga tan liviana!

Libro II. 14. Aunque llegaras a vivir tres mil y hasta treinta mil años, acuérdate que nadie pierde otra vida que la que tiene, ni disfruta de otra que la que pierde. De modo que la vida más larga y la más corta confluyen  en lo mismo. El presente es igual para todos; luego no hay diferencia en lo que se pierde. Y lo único que se nos escapa es, por tanto, el momento presente, nunca el pasado ni el porvenir. Pues lo que no existe, ¿quién nos lo podrá arrebatar?
Ten, pues, siempre presente estas dos verdades: una, que todo, desde siempre, es idéntico y ha estado sometido a ciclos, y no importa que volvamos a encontrarlo al cabo de cien o doscientos años o de un tiempo indefinido; la segunda es, que quien ha vivido más tiempo y el que muere muy joven pierden ambos por igual: pues sólo se pierde el presente, que es lo único que podemos poseer, y nadie puede perder lo que no tiene. 

Los textos anteriores los he encontrado en Meditaciones de Marco Aurelio, un filósofo estoico que fue emperador. Parece que los libros de autoayuda de hoy le han copiado.

El primer texto me parece muy útil. Habitualmente rechazo las múltiples inquietudes que me asaltan imaginando cómo será mi vejez. Como me he convencido que anticiparlas no sirve para nada práctico y proporciona sin embargo mucho sufrimiento en mi caso es bastante fácil auyentarlas.

Sobre esa historia de que el futuro no existe y que lo mismo pierde un joven que un viejo (la vida presente) no estoy tan seguro. Es cierto que solo tenemos el hoy pero somos seres que se proyectan al futuro. El futuro existe al menos en el presente como proyecto. Cada vez que realizamos actividades instrumentales que buscan un resultado en el futuro estamos haciendo real el futuro en el presente. Ahora estoy comprando gambas y calamares porque pienso hacer paella el domingo. Es cierto que vivimos con un futuro hinchado y exagerado. Es bueno que encontremos disfrute en cada momento presente, aunque sea algo instrumental, como lavar los platos. Pero no podemos exagerar las cosas hasta decir que el futuro no existe.

El futuro existe en el presente como posibilidad y como proyecto. Ambas las tiene el joven y solo muy mermadas el anciano. El joven en ese sentido pierde mucho más que el anciano y por eso todo el mundo se espanta ante la muerte de jóven.

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