30 mayo, 2018

¿Queremos vivir en paz?


 Transcribo una frase de la tercera parte de los Diarios de Iñaki Uriarte. 


Matthieu Ricard. "En abril del 2007, fue considerado como el hombre más feliz de la tierra tras años de estudio de su cerebro mediante resonancias magnéticas en el laboratorio de neurociencia afectiva de la Universidad de Wisconsin" (Wikipedia). ¿Por qué, si te dicen que el hombre más feliz de la tierra es un monje budista, no te produce envidia? 


La frase es ingeniosa y tiene cierta gracia. Da por supuesto que el ser humano quiere vivir apasionado y no en el sosiego que le suponemos a un monje budista.
D'Ors dice que le gusta el tiempo de meditación porque es un tiempo no-dramático. Yo tampoco quiero ya dramas. O quizás aún retorne muchas veces a ese antiguo vicio de preferir sufrir a estar tranquilo, pero desde luego no tanto como antes. Mi objetivo es la serenidad. Uriarte se equivoca, claro que querría ser como Matthieu Ricard. 

Este monje occidental y científico se ha dedicado a estudiar cientificamente los efectos de la meditación. Lo citan en el artículo que leí "Neurociencia de la meditación" de enero de 2015 de Investigación y Ciencia,  También citaban estudios de Christophe André. 

He sacado de la biblioteca este libro. Y este otro.

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