08 junio, 2016

El cansancio del curso.


En junio siempre es igual.
No podría uno aguantar ni una semana más.

Otro años he acudido a una metáfora escatológica. 
Este año se me ha ocurrido que el curso es como un mono (de esos de mecánico) que te pones en septiembre y no te quitas en todo el año. Al final está raído, ajado, manchado y lleno de lamparones.
Está sudado y cuando te miras al espejo te das asco. Cada pequeña mancha te habla de las diferentes cosas que has ido haciendo mal.

Gracias a Dios dentro de dos semanas me quito el mono.

Es lo mejor que tiene el trabajo de profesor. Cada año empiezas -o al menos yo- como mucha ilusión. Me miro en el espejo con mi mono, nuevo y limpio, y sueño que si lo cuido puedo llegar a final de curso con él casi nuevo y casi limpio.









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Joselu ha cerrado su blog inopinadamente. Antes de que terminara el curso. Quizás debido a ese cansancio que se vuelve atroz al final. Ni siquiera ha hecho balance de un proyecto (el proyecto odradek) en el que puso mucho ilusión. Quizás porque sus alumnos no pusieron tanta. O quizás, como digo, ha sido el cansancio el que le ha podido. En todo caso, Joselu, que te vaya bien.

1 comentario:

  1. No, no ha sido eso que supones sobre el proyecto ODRADEK o la novela. Hubo de todo, pero se pueden rescatar cosas muy interesantes que no hubieran existido sin dichos proyectos. No, no estoy cansado, más bien lleno de zozobra ante el futuro inmediato y el fin de mi etapa como profesor. Me supone estados de ánimo muy complejos sobre los que escribo. No me gusta la psicología de la jubilación. Ser un jubilado. Me produce bascas. Quiero cambiar de profesión. Dedicarme a otras cosas. A viajar, a escribir, a estudiar. Con las manos soy poco hábil así que con ellas poco podré hacer. He pedido formalmente en mi instituto que no quiero ningún acto ni mención a mi situación. Quiero irme como un día cualquiera. Me repugna la idea de un homenaje. ¿Homenaje a qué? No te puedes hacer ni idea del rechazo que suscita en mí. Tanto que he hablado por activa y por pasiva para evitar cualquier tipo de despedida. Que les den. Mis alumnos no saben por qué me voy. Bueno, uno sí pero mantiene el secreto. Sé que se enterarán tarde o temprano, pero la explicación oficial es que me voy a viajar a la India en el próximo otoño. Y que cuando vuelva iré a verlos. Sé que te meterás conmigo como yo me metí contigo por esto, pero ahora es lo que siento. Horror ante una situación cuya interpretación oficial me desagrada profundamente. Esto es lo que me ha llevado a cerrar el blog y no hacer balance del año. Pero sí que hay un balance y te lo quiero dejar. Estas fueron mis últimas clases el viernes. Con ellas se cerraba el curso académico pues esta semana comienzan los créditos de síntesis que se hacen en Cataluña y no sé si en otras partes de España (que se jodan los independentistas). Estas fueron mis últimas clases. Mira a los ojos de mis alumnos. En ellos se ven reflejados los míos. La cámara fotográfica entra en el corazón de las personas. Se nota lo que sienten. ÚLTIMAS CLASES DE LITERATURA ¿Han aprendido? Algunos mucho, eso te lo puedo asegurar. Otros no, claro.

    Un abrazo.

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