09 febrero, 2016

Un rojo que se apaga.

Hace una semana me corté el pelo. I have my hair cut. 


ANTES


DESPUÉS



Lo tenía más largo de lo habitual. En los lados y la parte trasera el rojo ha desparecido, pero aún ha quedado un poco en la parte de arriba. Estéticamente está mejor ahora. Cuando veo las fotos anteriores me parece excesivo. Si no exigiese mantenimiento me gustaría poderlo llevarlo como está ahora.

En el próximo corte, dentro de dos meses, desaparecerá completamente.

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Mi hija ya lleva un mes en Dublin de aupair para aprender inglés. Antes de irse, los días de los preparativos, ella misma quiso que yo hablara por Skype con la madre de los cuatro niños que iba a cuidar, como una prudencia elemental, para saber con quién se iba. Aunque se trataba de que yo conociera a la madre, ella también me iba a conocer a mí y entonces caí. ¡Dios mío, y yo con estos pelos! 
¡Pero hija mía, qué va a pensar si me ve de esta guisa! Mi hija no le dio importancia y el encuentro transcurrió con normalidad.
Ya lleva allí un mes y está muy contenta. 
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Lo más gracioso que he oído sobre mi pelo lo escuché cuando mi cuñada sugirió que podía haberme teñido de azul. Mi hermano exclamó, con guasa: ¡Hazlo tú! ¡¿Qué quieres que vaya haciendo el ridículo por ahí y la gente se ría de él?!

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