14 diciembre, 2015

ROJO 6

A todos nos gusta, creo, que las cosas sean sencillas de entender, que la realidad sea comprensible y  predecible. Sabemos que las apariencias engañan pero nos sentimos mejor si las cosas muestran lo que son y no tenemos que indagar más. Nos gusta que haya coherencia entre lo que las cosas parecen y lo que son.
Por eso, que un profesor de 56 años (los cumplo dentro de unos días) se tiña el pelo de rojo es algo molesto.

¿A qué viene? ¿De qué va? ¿Qué significa?

Es lógico buscar una significación porque la ropa es un lenguaje. ¿Qué quiere decirnos quien hace algo así?

Es algo incoherente con el resto de mi vida y mi indumentaria. Ya consigné aquí que mi compañera de departamento señalaba el contraste con mi modo de vestir conservador. ¿Es alguien que quiere parecer más joven? ¿Pero no sabe hacerlo de modo más discreto? ¿Por qué en el pelo y no en el calzado o en las camisas? Es un esnob. ¿Pero solo en ese aspecto?

Lo que está claro es que hay una incoherencia.

A lo mejor es eso lo que me divierte. Desconcertar a la gente. Que piensa que las cosas son sencillas y claras. Que quien vota al PP tiene que estar casado por la Iglesia, que un miembro de Amnistía Internacional no puede estar en contra del matrimonio homosexual, que los profesores de filosofía tienen que ser ateos, o que no se puede querer meditar y a la vez mirar con lascivia las piernas desnudas de las muchachas por la calle.


Contra las cosas coherentes, sencillas y claras… ¡viva mi pelo rojo!

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