18 diciembre, 2015

Gatos y educación de los hijos.

Cuidando a los gatos he aprendido algo sobre la educación de los hijos.

Hasta hace poco pensaba que era muy fácil que un gato no estuviera gordo. Viviendo en casa, todo lo que puede comer es lo que nosotros le demos. Nada más. ¿No parece muy fácil ponerlo a dieta?

Cuando llegas de la calle se acerca al lugar donde come. Te mira y mira su plato vacío, repitiendo el gesto varias veces. Está claro lo que quiere. Y tú lo ves allí, paciente, impotente, implorado. Nada puede hacer, si rehusas darle. Solo esperar, y si te marchas y vuelves al rato, allí lo encontrarás en la misma posición. Sentado, esperando. Echando una mirada al plato, si lo miras. Imposible negarle lo que pide. Aunque sepas que ya le diste más de la dosis recomendada.


Por la misma razón es difícil educar a los hijos. Nos cuesta privarles de lo que piden, aunque no siempre les convenga.

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