24 noviembre, 2015

Querer aparecer ante los demás como valioso (Again)

Hoy me tocaba hacer un speech en la clase de inglés. ¿Por qué me pongo tan nervioso? Está muy claro. Solo tiene una respuesta. Creo que me juego algo. ¿Pero qué es aquello que está en juego que me hace ponerme tan nervioso? Muy sencillo. Creo que “mi valía”, mi yo, está sometido a juicio.

Vamos a ver.

Yo sé el inglés que sé. Llego hasta donde llego. No sé cuál es esa medida pero es la que es y ya está. No aumenta o disminuye por lo que piensen los demás. Seguramente en la charla los compañeros se hacen una idea bastante aproximada de cuál es ese nivel. ¿Cuál es el problema? Que creo que la mirada despreciativa de los demás me destruye. Y la mirada admirativa me exalta. Y temo valer muy poco. Temo ser destruido y despreciado siendo como soy, sabiendo lo que sé.

Creo que soy el ser humano del que hablaba ayer Pascal.

Hay un texto poco conocido en el Platón plantea esta alternativa. ¿Qué prefieres? ¿ser un hombre honrado que por error es considerado injusto por todos los demás, o ser alguien injusto que engaña a todos y es admirado como muy honorable?

Impresionante dilema.

¿Y si admitiera que prefiero ser el segundo pero no pasa nada? ¿Y si descubriera que soy miserable y puedo vivir tranquilo pese a todo? ¿Y si pudiera aceptarme como soy?

Un cura, que fue una especie de director espiritual cuando yo era muy joven, me decía que tenía que aceptarme a mí mismo como era. Nunca conseguí entenderle. ¿Pero cómo puede querer Dios que yo sea así?


Creo que algo empiezo a entender. El que quiera ganar su vida la perderá. 

1 comentario:

  1. Si no recuerdo mal esta cita que nos dejas es Marcos 8:35 y presupone esa fe que estás buscando para hacer frente a tu congoja espiritual-neurótico-existencial. No soy quién para confirmarte o negarte ese camino, pero no pienso que el ejemplo que aduces, el de no quedar mal delante de tus compañeros de curso de inglés, sea algo anómalo. A todos nos pasa lo mismo, Loiayirga. Todos nos ponemos nerviosos cuando hemos de exponer y no lo dominamos. Nos gusta sentirnos seguros de nuestra base y no queda en evidencia ante los demás. ¿Qué tiene de raro? Es perfectamente normal. Le pasa a todo el mundo. Tu valor como persona no aumenta ni decrece por tu exposición en clase de inglés -esto es cierto- pero nos produce zozobra no dominar algo y que los demás lo vean siendo testigos. Creo que has buscado un ejemplo que no vale. No tiene nada que ver con aceptarte cómo eres. Tengo alumnos que parecen aceptarse perfectamente como son en su estulticia. No se avergüenzan para nada de su ignorancia y hacen alarde de ella. Y son felices. ¿Te refieres a eso? Si tienen que exponer, por supuesto no se lo preparan y cuando salen hacen todas las gracias posibles para hacer reír al personal y manifestar su completo desconocimiento del tema. ¿Sería esta la aspiración a la que tiendes?

    Realmente, me cuesta entender las raíces de tu desolación, porque es desolación íntima la que experimentas. Has escrito varias veces que eres feliz, pero veo que te inquietan cosas que no tienen mucha entidad y es más la insana la importancia que les das -algo que no hace la mayor parte de la gente- que lo que son en sí.

    No sé si a lo que aspirarás en el fondo es a ser santo.

    Pero para santo, ahí tienes ya a San Marcos de donde has sacado la cita jajasajajajajajaja.

    ResponderEliminar