500 programas de Buscandoleonesenlasnubes.
En Buscandoleonesenlasnubes piden textos y canciones para el programa número 500.
He mandado ese texto de Pascal. Pensamientos. 147.
No nos contentamos con la vida que tenemos en nosotros y en nuestro propio ser. Queremos vivir en la idea de los demás una vida imaginaria, y nos esforzamos por eso en parecer. Trabajamos incesantemente por embellecer y en conservar nuestro ser imaginario, y descuidamos el verdadero. Y si tenemos tranquilidad o generosidad o fidelidad, nos apresuramos en hacerlo saber, para agregar esas virtudes a nuestro otro ser, y hasta nos las quitaríamos para unirlas al otro; y con gusto seríamos cobardes para adquirir así la reputación de valientes. ¡Notable señal de la nada de nuestro propio ser, no estar satisfecho del uno sin el otro, y cambiar a menudo el uno por el otro! Pues sería infame quien no muriera para conservar su honor.
Un texto que va en la línea de tus preocupaciones actuales. Me ha asombrado que Pascal murió muy joven, a los treinta y nueve años, y que padeció un intenso periodo depresivo hacia 1654. Murió en 1662. Parece que sufrió un accidente en una carroza que puso en peligro su vida y entonces tuvo una experiencia de renacimiento que dejó escrita. Desde entonces parece que abandonó la física y las matemáticas como objetivo fundamental y se dedicó a la filosofía y la teología en contacto con los jansenistas. Puede que tu texto sea de esta etapa porque habla de descuidar el ser verdadero. Esta experiencia de renacimiento es muy interesante y no es un caso aislado. Ha habido otros escritores y pensadores que la han tenido. Yo tuve una a mis veintiún años y que todavía no me ha abandonado. Alguna vez la he contado en el blog. Ese depender de la opinión ajena, enriqueciendo el ser imaginario, es parte de nuestro yo social. Nos gusta triunfar para que otros celebren nuestros éxitos y sentirnos más grandes. En el Lazarillo de Tormes aparece esa idea de que La honra cría las artes. La inmensa mayor parte de todos los descubrimientos y avances en todos los campos del arte y de la ciencia no se hubieran producido sin ese factor externo que pareces minusvalorar. Pues sí, necesitamos reconocimiento, nos gusta que alguien nos celebre, que alguien reconozca bien nuestros aportes. Sin ello, no hubiera existido en su mayor parte la literatura y en gran parte, la ciencia. Aunque sea nuestro ser imaginario. Aun así, creo que es posible convivir con los dos, con el interno y veradero y con el imaginario. Creo. Son tantos nuestros fracasos que, por necesidad, hemos de compartir mesa con el verdadero.
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