Un acierto y un error.
No me equivoqué ayer esperando hasta que hubiera resultados
definitivos. En las primeras encuestas se daba por seguro el
sorpasso. Ese tipo de sufrimientos inútiles son los que quería evitar. Fueran
buenas o malas noticias esperé a que fueran ciertas.
En lo que parece que sí me equivoqué fue en la fuerza de
Podemos. Al menos esta vez.
Es solo un detalle, pero los interventores del PSOE y PP en
mi mesa electoral eran gente de mi edad. Los interventores de Unidos Podemos y
Ciudadanos eran de la edad de mis hijos. Sigo creyendo que los partidos
tradicionales son árboles muertos y están condenados a ser sustituidos.
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