20 junio, 2016

Respuestas inteligentes a problemas sin solución.

Cuando un problema no tiene solución no es un problema. Por ejemplo, quieres meter algo en un armario y no cabe. Te lamentas una vez y se acabó el problema. No cabe.

A veces nos seguimos lamentando y lamentando por problemas que no tienen solución. A un amigo, le duele que los libros que querría leer no caben en las horas que le puede dedicar a leer. Es algo similar a lo del armario. Lo lógico es lamentarse una vez y olvidarse para siempre, porque el problema no tiene solución. Pero mi amigo sufre por ello cada cierto tiempo.

Pablo d’Ors dice algo que me parece sumamente sensato. “No somos dioses, así que relajémonos”. Tenemos limitaciones, somos finitos, no podemos hacer todo lo que querríamos. Relajémonos y adaptemos nuestros deseos a lo que podemos conseguir. Hacer otra cosa es pegarnos contra un muro y sufrir para nada.

“Dicen que los esquizofrénicos creen que dos y dos son cinco. Viven en un mundo que no existe. Los neuróticos, en cambio, saben que dos y dos son cuatro. Pero les jode.”

Le contaba esta broma a una amiga y me respondía: “Es muy fácil decirle a alguien que acepte que dos y dos son cuatro. Pero es que muchas veces que dos y dos sean cuatro es durísimo. Tuve que reconocer que la vida tiene a veces cosas muy fastidiadas. Pero ahora pienso diferente.

Muchas veces, el problema no son las cosas sino nuestros sentimientos ante las cosas. ¿Tiene sentido enfadarse, lamentarse, entristecerse de que aquello que queríamos guardar no cabe en el armario?

Solo sirve para una cosa: estar triste y enfadado. Para nada más. ¿Es bueno amargarse porque dos y dos son cuatro? Acéptalo. A no ser que lo que quieras es vivir en la amargura.

Ante nuestras limitaciones, si realmente son limitaciones insalvables, la única respuesta inteligente es la aceptación. He sufrido muchísimo a lo largo de mi vida queriendo que las cosas fueran como creía que tenía que ser. Ya no. Podéis decir que me he vuelto conformista pero no es eso. ¿Algo se puede cambiar? Intenta cambiarlo. ¿Algo no se puede cambiar? Acéptalo.


No es conformismo, es sencillamente inteligencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario