Diccionarios.
Leo una interesante
entrevista en Jot Down con el lingüista Pedro Álvarez de Miranda. Creo que aún
no se puede consultar en Internet.
Alaba el diccionario de Manuel
Seco, al que en mi vida casi no he prestado atención. Y me hace pensar en el
mucho tiempo que llevo sin mirar diccionarios. Me refiero al de María Moliner
que es al que mi padre tenía auténtica devoción, que me trasmitió. Luego me lo
regaló para mi boda, creo. O en algún cumpleaños. Aún estará por ahí la
dedicatoria. Ahora solo miro el de la Real Academia. Me he enterado hace poco
tiempo de que llaman DLE al que yo todavía llamaba DRAE.
También recuerdo la
desesperación que sentía –siendo universitario y queriendo aprender bien el
castellano-, cuando veía tantos significados de una misma palabra. Me producía
desesperación, parecía que el idioma fuera inabarcable. Creía que nunca podría
aprender el castellano.
Y ya me veis aquí, a
pocos años de jubilarme, olvidado ya de aquella desazón.
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