16 noviembre, 2015

En trance. Teniendo visiones (je, je)

Vivo la vida empujando un muro de piedra. Como si mi obligación fuera dedicar todas mis fuerzas a desplazarlo. Me agoto y el muro no se mueve ni un centímetro. Pero me da pavor dejar de empujarlo. Creo que si cejo el muro me aplastará.


Basta parar un instante para darme cuenta de que puedo vivir sin empujar. 

2 comentarios:

  1. No tengo ni idea qué papel juego aquí, en tu monólogo de conciencia sobre tu modo de ver la vida y tu ansiedad o angustia. Tengo la impresión de que es un discurso cerrado que no precisa de interlocutor. Estás viviendo un proceso agudo por el excesivo peso que hay en ti de los mecanismos de defensa del yo, ese yo que quieres humillar, olvidar, aminorar, desvanecer. Tu ego se enfrenta a tu ego en un juego que no tiene solución porque cuanto más intentes acabar con tu ego, más se fortalecerá. Sabes que no hay muro, que todo es miedo al vacío. Necesitas creer que hay muro pero no lo hay, pero tu angustia lo necesita porque te has acostumbrado a vivir con la angustia y es tu inseparable compañera como también lo era de Antonio Machado. No puedo ni quiero orientarte porque no soy quién para opinar sobre algo que no es yo. Bastante tengo con comprender mi ego, tratarlo bien, acariciarlo. Hoy el día no ha sido bueno. Los martes suelen ser pésimos. Todas las clases son muy complicadas.

    No puedes oponerte al ego. Lo más que puedes hacer es observarlo. No puedes vivir sin angustia porque temes a la angustia. Déjala estar. Que siga su curso. ¿Y el muro? Ahí está, empújalo pero sé consciente de que lo estás empujando, no te opongas al ego que empuja. No puedes disociarte en dos. Si empujas, ¿qué tiene de malo empujar? Empújalo a gusto. Ponte en buena posición y sostenlo en el aire, respira y empuja, empuja. No intentes no empujar si te sale. Los niños cuando son pequeños lloran y lloran pero si les dejas llorar terminan por calmarse y se duermen.

    En fin, sigo sin saber qué hago aquí.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Joselu, me has acostumbrado a un comentario tuyo casi a diario. Si dejaras este blog te echaria de menos.
    Algunas de las cosas q dices casan bastante con lo q leo sobre meditación. No puedo luchar con el ego por que lo fortalezco. ¿Por qué no cuentas un dia en tu blog tu experiencia con la meditación? O en caso de que lo hayas contado hace tiempo podías decirme dónde está. Me gustaria mleerlo.

    ResponderEliminar