07 abril, 2015

Bromas de mal gusto. (Solo se me ocurren.)

Son las nueve de la noche y acabo de ducharme en los solitarios servicios del camping. Mientras me lavo los dientes, aparece un niño de cinco años. Siete quizás. Un niño pequeño.

Por su edad, aún desconoce las más elementales normas de ocupación del espacio. Hay cinco lavabos consecutivos y aunque estoy en un extremo, él se coloca justo a mi lado. Se lava las manos con parsimonia. De vez en cuando me mira. 

En seguida se me ocurre el disparate y se lo suelto. Dile a tu papá lo siguiente. En los wateres había un pedófilo que me ha dicho que te diga que cuides mejor de mí. ¿Sabes decir la palabra pedófilo? Pe do fi lo. A ver… repite. De mi neceser saco un post it y un bolí. “Toma, para que se la enseñes a tu papa, si se te olvida.”


¿Os imagináis la cara de terror que se les habría puesto a los padres?

3 comentarios:

  1. ¿Y te mueres por gustar y por que te quieran?

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  2. Pues sí.
    Y creo que a mucha gente le pasa lo mismo. Por ejemplo a muchos blogueros. EScribir para que la gente encuentre interesante lo que uno escribe me parece una manera de buscar el amor ajeno.

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  3. reflejas tu propio miedo, da igual que los datos indiquen que los abusos a niños se producen casi siempre en el entorno más próximo, familiar, amigos de la familia... la realidad es más costosa de soportar que la fantasía, cuenta más cosas del insti, de alumnas embarazadas y cosasdesas, y te leerán más.

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